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El jugador cadete del CE Alaior, Rubén Alisente, interpuso ayer tarde una denuncia contra el entrenador del Penya Ciutadella de la misma categoría, Miquel Ametller, por haber recibido una presunta agresión de éste cuando se produjo la tangana en el campo de Los Pinos entre ambos equipos. Los hechos obligaron a su suspensión a dos minutos del final como informaba ayer este diario.

Alisente, acompañado por su padre, cursó la denuncia en el cuartel de la Guardia Civil de Es Mercadal. En cambio, los dos clubes, que lamentan lo sucedido, han decidido resolver esta cuestión interiormente sin presentar denuncia alguna y llamar a capítulo a sus jugadores.

Alejandro Alisente, padre de Rubén, explicó ayer que "hemos presentado la denuncia contra el entrenador del Penya por agredir a mi hijo. Tenemos el parte médico que nos dieron en el centro de salud de Alaior, y el chico presenta un pequeño corte debajo del ojo, un hematoma en el mismo, y además tiene marcada la cruz de su anillo del puñetazo que le dio cuando se levantaba del suelo". Alisente añadió que "si le hubiese agredido un rival, no hubiéramos seguido estos pasos, pero como le ha agredido un señor de más de cuarenta años, no lo pienso consentir".

Rubén Alisente acudió a defender a un compañero que había hecho una dura entrada a un jugador del Penya quien había respondido dándole un empujón que le hizo caer. Rubén propinó entonces un puñetazo a un jugador del Penya lo que originó la batalla campal porque varios compañeros se echaron encima de él para agredirle lo que quizá, puede haber creado confusión en torno a la aparición del entrenador del Penya quien niega haberle agredido. Un aficionado del Alaior, que regenta el bar del campo, saltó al terreno de juego y ha sido señalado por el Penya por la actitud agresiva que mostró cuando trataba de separar a los jugadores. Padres del equipo de Ciutadella y del Alaior saltaron también al campo para intentar apaciguar los exaltados ánimos de los jugadores.