victoria. El Alaior acabó imponiéndose al Collerense y ahora suma 26 puntos en la clasificación - Javier

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Había que tener valor para ponerse a jugar a fútbol ayer por la tarde. A pesar del intento de sol al principio de la tarde, el viento helaba las ideas. Pero, curiosamente, a los albinegros les acabó yendo bien. Aitor marcó un golazo, abrió la lata y Juanlu celebró su paternidad con dos goles. El gol en contra y las expulsiones de Òscar y Marc Serrano fueron anécdota.

Alaior y Collerense se pusieron el mono de trabajo y en el primer tiempo se vio poca cosa. Más posesión de balón para los visitantes y un Alaior mermado por las bajas esperando un poco, buscando los huecos, confiado en sus contragolpes.

En este periodo, las ocasiones más claras fueron visitantes. En el 11, una combinación entre los muy móviles Robertito y Espadas acabó con un tiro facilón en manos de Toni. Era un aviso. El otro fue más serio: un balón al palo a tiro de Agus un minuto después.

Los blanquinegros no acababan de estar cómodos. Marc Serrano no dejaba de dar indicaciones y su equipo, luchador, indicó las primeras ocasiones: una falta que se fue y un cabezazo de Dani. Pero el partido era un puro desgaste, a ver quién aguantaba más. El Collerense dio otro susto. En el 28 el balón se paseó por delante de la línea de gol. Suerte que no llegó nadie. Luego Ignasi lo probó de lejos, sin resultado.

Pero la más clara llegó en el 39, en una falta que picó Òscar y que el portero rechazó con dificultad a córner.

Tras el descanso se le complicaba la cosa al Alaior. Una dura entrada de Òscar a Raúl le costó la roja y dejaba a su equipo con diez. Pero Aitor puso sordina con un golazo a los seis minutos. Cogió un balón en tres cuartos, lo condujo en diagonal sorteó a dos defensas y colocó un tiro a media altura imposible para Marcos. Un golazo y el marcador, 1-0.

El gol obligó al rival. Ahora les tocaba entre las broncas del respetable a Raúl cada vez que tocaba el balón. Pero el Alaior parecía aguantar mejor que con once. Y fue mejor: en el 67 Jordi Perea estuvo listo, robó un balón y cedió a "papá" Juanlu para el 2-0. Quedaba un mundo, pero parecía hecho, más cuando Ignasi forzó un penalty claro cinco minutos después. "Papá" Juanlu volvió a hacer los honores. 3-0. El Collerense fue impotencia, pero recortó con un auto-gol de Tomé en un lío, con todo el mundo pensando en irse. En Los Pinos,, contra el frío, tres puntitos.