Barto. El jugador del CE Ferreries remata a la red el balón que significó el 1-0 para el ‘Ferre’ - Paco Sturla

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El CE Ferreries sumó ayer ante el Penya Arrabal su tercer triunfo consecutivo y 10 jornadas sin conocer la derrota. Con la victoria conseguida por los hombres de Dani Mori, atrapan al CE Mercadal con 28 puntos y suben como la espuma en la tabla clasificatoria espantando los fantasmas del descenso. ¡Quién lo iba a decir a principio de temporada!. La llegada del asturiano ha sido una bendición para el conjunto de Sant Bartomeu.

El encuentro empezó con el Penya Arrabal dominando durante los primeros 20 minutos. El dominio fue estéril, sin inquietar la meta de Jesús. Los locales se vieron sorprendidos por el planteamiento inicial de los mallorquines, que sin especular, fueron a por el partido. A los hombres de Dani Mori, les costó trenzar jugadas. Se notó la baja de David Melià en la medular. El partido, al cruzar el ecuador del primer tiempo, fue soso, con escasas llegadas a las respectivas áreas, le faltó algo para animar al respetable, a pesar de los esfuerzos de 'Panxa Rotja' (la mascota).

A los 36, Abel rozó el gol, pero Cano despejó a la esquina. Se ejecutó el córner y Barto cabeceó a la red para establecer el 1-0. Estiraron las líneas los visitantes, pero les faltó calidad y definición en el último pase. A los 50 minutos, Adán fue expulsado por doble amonestación. De nuevo el árbitro quiso ser protagonista al anular un gol a los locales por un inexistente fuera de juego a instancias del juez de línea: había anotado Héctor y la grada fue un clamor en contra del trencilla. El Ferreries, con diez hombres, sacó su orgullo y encerró a los palmesanos en su área. En el 55, se reclamó penalti por manos de un defensor que todo el mundo vio menos el colegiado.

Con la superioridad numérica, el Penya Arrabal dio un paso al frente, forzando a los azulgranas a dar un paso atrás, pero sin pasar apuros. A los 70 minutos se igualaron la fuerzas, al ser expulsado Suso. Ejecutó el golpe franco Héctor, rechazó el meta pero muy atento Abel hizo el 2-0.

Acusaron el golpe los visitantes que fueron incapaces de poner en peligro a la zaga local. El partido transcurrió en favor de los azulgranas pero faltó la última pifia del colegiado Guardiola al señalar un penalti a favor de los visitantes que sorprendió a los mismos mallorquines. Transformó la pena máxima Samu, poniendo el definitivo 2-1.