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Luchó el Norteño lo indecible pero no pudo evitar la derrota en su visita al San Rafael ibicenco por 2 a 1, en lo que representa la práctica salvación para los locales. El encuentro tuvo dos partes bien diferenciadas. En la primera los locales dominaron por completo a su rival y en la segunda los de Fornells fueron mejores hasta que se quedaron en inferioridad numérica por las expulsiones de dos jugadores, una de ellas por roja directa a Català, que sacó con las manos un remate de Guillermo y que supuso el penalti que dio la victoria al cuadro ibicenco.

Los de Vadell, que venían de llevar una línea ascendente, no estuvieron ayer a la altura en el primer periodo, aunque también tuvo mucho que ver el buen quehacer de un San Rafael que superó bien en la presión en el centro del campo a su rival y creó muchas ocasiones para sentenciar.

La primera llegada con peligro de los ibicencos se tradujo en el 1-0 de Fernández, que en área pequeña envió a la red tras tocar previamente el meta Toledo (min. 20). Este gol espoleó al equipo pitiuso que pudo aumentar su ventaja.

Sin embargo, las tornas se cambiaron en la segunda parte. El Norteño pasó a dominar el partido, mientras que la escuadra rafelera desapareció inexplicablemente del campo. Mejías avisó a los 54 minutos y el propio Mejías no perdonó en la siguiente oportunidad y estableció las tablas.

Pero el San Rafael, cuando peor estaba jugando, se encontró con las dos expulsiones del Norteño que fueron claves para el devenir del encuentro: primero el goleador Mejías por doble amarilla (min. 76), muy rigurosas según el equipo de Fornells, y después Català, tras tocar el balón en boca de gol tras un remate de Guillermo, acción que mereció la expulsión por roja directa sin ningún tipo de objeción y por lo que el árbitro señaló penalti, que fue transformado por Dani, quedándose el triunfo en casa a pesar de la gran capacidad de lucha mostrada por el equipo de Pere Vadell, que incluso en el último tramo del duelo, jugando con nueve, puso en apuros al San Rafael.