Lucas Sánchez. El jugador del Ferreries, que fue el organizador del juego de su equipo, trata de zafarse de la marca de un rival en un lance del encuentro disputado - Paco Sturla

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El partido de ayer era uno de los que Dani Mori tenía marcado en rojo en su calendario. Visitaba Sant Bartomeu un rival directo para la permanencia, el Felanitx, pero el Ferreries falló y no pasó del empate.

El equipo azulgrana pagó muy caro su falta de acierto. Tuvo tres balones al palo, con un penalty errado incluido mientras que los de Cosme Andreu se adelantaron en su única llegada. David Pons, de golpe franco, logró al menos rescatar un punto. Los azulgranas necesitan retomar la senda del triunfo sino quieren pasar agobios en el final de temporada.

El Ferreries salió en tromba y en apenas dos minutos tuvo dos ocasiones clarísimas a cargo de Robert que no batió a Yang en un mano a mano, y la segunda aún más clara. Penalti por mano de un defensor tras cabezazo de Robert pero Melià lo lanzó al poste.
El Felanitx veía avasallado y apenas salía de su propio campo. Lucas Sánchez repartía asistencias, pero sus compañeros no las finalizaban.

A medida que avanzaba el tiempo, el Felanitx se sacudía el dominio local pero sus llegadas a Mingo resultaban estériles. El dominio por momentos se igualaba, ya que los mallorquines suelen proponer fútbol y no son el típico conjunto rocoso.
A los 20 minutos, de nuevo el Ferre se topó con el poste tras el testarazo de Enrich.
Los hombres de Dani Mori eran los dueños del partido, pero habían perdido la chispa inicial. Del rival, de momento, sin noticias ofensivas. La zaga azulgrana liderada por el tándem Barto-Enrich abortaban sus llegadas con total solvencia. El injusto 0-0 campeaba al final de la primera parte.

Y la reanudación fue cruel para los locales. Peña batía a Mingo en su primera ocasión al minuto de juego. Todo un jarro de agua fría para el colectivo local. Al Ferreries no le tocaba otra que irse arriba para intentar neutralizar el marcador. Reaccionó Mori y dio entrada a Toni Moll por Melià en busca de más dinamita. Tanto empuje local tenía que tener recompensa, y llegó a balón parado. David Pons, de golpe franco, superó a Yang, y ponía las tablas en Sant Bartomeu.

El empate espoleó a los hombres de Dani Mori, quienes empujados por sus seguidores creían en la remontada porque había tiempo y argumentos para ello. La tuvo Juli, recién ingresado en el campo, pero su remate en semifallo, lo atajó el meta. El partido avanzaba y los azulgranas no hallaban ninguna grieta en la defensa felanitxera a pesar de las permutas realizadas por el técnico asturiano, abriendo el campo por ambas bandas. Un pase de la muerte de Robert, no lo supo aprovechar Moll.
Hasta el final, la conocida falta de acierto y la expulsion del local Raúl, por doble amonestación. Dos puntos perdidos.