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Un penalti inexistente abrió las puertas del triunfo a un Collerense que hasta ese mismo momento apenas encontraba espacios y recursos para reventar la resistencia de un 'Ferre' muy correcto en labores de contención, y que vio cómo a balón parado fue superado tras una decisión más que discutible del colegiado Peña Molina (2-1).

Una lástima, ya que el once de Dani Mori salió a la cancha con la lección bien aprendida, cerrando las vías de acceso en ataque del cuadro local y buscando constantemente a un Héctor Carreras libre de marca y que se ofrecía continuamente, al igual que Gel Bosch. Con todo, tanto el veterano Espadas como Camacho no dudaban probar el disparo siempre que tenían ocasión para ello, trasformándose el primer tiempo en todo un corolario de ocasiones marradas por parte de unos y otros. Al descanso, tablas. Justas y merecidas tras lo visto sobre la cancha.

En el segundo periodo, con el equilibrio por bandera, los minutos pasaban ante la impotencia de los locales que no veían la manera de superar el entramado defensivo menorquín. Pero, Peña Molina con su decisión en el 21 de la reanudación allanó el camino del triunfo a un Collerense que con todo, le tocó sufrir en el tramo final ante un Ferreries que quizás le faltó tiempo para completar la reacción que había iniciado José Enrich.