Obligado a ganar. El Sporting Mahonés necesita ganar para mantener la distancia con el descenso - Archivo

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Un paso más. El Sporting Mahonés está cerrando el curso pasando sobre el fino alambre que separa la lujosa Segunda B de Tercera División con un margen de error que es mínimo y que a cada partido que pasa se reduce.

Los mahoneses tratarán de dar carpetazo a diez jornadas consecutivas sin ganar, a pesar de haber sumado tres empates en los últimos tres partidos, y lo harán ante el Teruel con las bajas de Pedro Capó, Omar e Iray.

El club espera que la afición menorquina tome conciencia del trascendental choque que acogerá el municipal de Bintaufa este mediodía, a partir de las 12, por lo que ha decretado que se abran las puertas a todo el público y que la entrada sea gratuita, como ya sucediera en el pasado partido contra el Badalona.

El conjunto que entrena Joan Esteva tiene frente a si cuatro auténticas finales. Tras recibir al Teruel, decimotercer clasificado, los mahoneses se las verán en el campo del Alicante, octavo y todavía con opciones de colarse en los puestos de play off de ascenso, recibirán al Alzira, que tras la sorprendente victoria en esta jornada ante el Lleida recupera méritos para luchar por la permanencia desde la circunstancial decimoséptima posición y finiquitarán el segundo año de la segunda etapa en la categoría a domicilio del Gandía, que a priori, no se jugará nada y puede complicarle menos las cosas.

Manteniendo la tónica habitual de la temporada, Joan Esteva no podrá contar con todos sus jugadores. Pedro Capó, expulsado la pasada semana, cumplirá un partido de sanción y no estarán por lesión Omar e Iray.

El Sporting tratará de mantener el objetivo de no encajar un gol tempranero, como logró en Benidorm, y buscará sumar tres puntos que abran la brecha con respecto a la zona baja. Para el partido, Esteva ha citado 17 jugadores, porque hasta el último momento se seguirá la evolución del capitán José Ángel Moyano, para ver si está recuperado.