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El delantero de Ciutadella Sergi Enrich, que esta temporada ha sido cedido por el Mallorca al Recreativo de Huelva de la 2ª División A, tenía la oportunidad de debutar ayer noche ante su nueva afición en el prestigioso Trofeo Colombino, que este año cumple su XLVII edición.

Una curiosidad: el equipo invitado este año era el Atlético de Madrid, y en el banquillo colchonero estaba el técnico que le hizo debutar en Primera División en el Mallorca, Gregorio Manzano.

El menorquín, que en las últimas semanas, no ha podido ejercitarse con sus compañeros debido a un golpe en los gemelos, volvió a poner a las ordenes de su entrenador Álvaro Cervera, su principal valedor, el pasado miércoles.

Sergi, un día antes de su debut en su nueva casa, se mostraba muy ilusionado. "He venido al Recre para tener los minutos que no gozaba en el Mallorca y el entrenador ha sido clave en mi llegada. Espero devolverle su confianza". El de Ciutadella, tras haber superado sus molestias sabe que "ahora toca trabajar a tope, y ganarme un sitio en el once inicial, y hacer una buena temporada".

Su posible debut contra el Atlético de Madrid es "un aliciente más. Poder jugar contra un equipo de este prestigio, de tener mis primeros minutos ante mi nueva afición... Estoy un poco nervioso", reconocía el chico, que en su puesta de largo en la ciudad onubense no estará solo, ya que en las gradas estará presente su padre, Joan.

Y el destino. A veces es caprichoso. Su recuerdo de Gregorio Manzano es inseparable. El ciutadellenc se deshace en elogios hacia el preparador de Jaén. Sergi es un chico agradecido con la gente que le ha tratado bien, con la gente que ha confiado en él. "Antes del partido le saludaré, jamás olvidaré que me dio la oportunidad de debutar en Primera División, de cumplir un sueño, con el Mallorca", indica con voz emocionada. Va más allá. Apunta con bala y, en cu caso, con razón. "No entiendo los comentarios que dicen que Manzano no confía en la cantera". Queda dicho.