Héctor y Camps. Los dos jugadores del Mercadal estuvieron muy activos, logrando el de Ciutadella los dos tantos de la victoria - Gemma Andreu

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Con dos golazos de David Camps, figura indiscutible del partido, el Mercadal rompió por fin con el maleficio de los empates en casa (2-1), que le mantenía la moral en una situación de anómala inseguridad en sus propias fuerzas.

Tanto es así que ayer, después de ser superior durante todo el encuentro al Collerense, llevar ventaja desde el minuto 52 y disponer desde poco después de un jugador más en el campo, sufrió de una manera más psicológica que real hasta que el árbitro dio por finalizado el encuentro, por el temor de que en un córner o falta se echara a perder el trabajo realizado, y menos real que nunca porque todas las verdaderas ocasiones de gol, antes y después del descanso, estuvieron de su lado.

El Collerense tuvo mucha suerte de marcar en la única jugada de peligro que realizó en el primer tiempo. Luego se dejó llevar hasta que le cayó el 2-1 y sobre todo cuando Guni se autoexpulsó al dar un claro cabezazo a Camps y después se hizo el ofendido y calentó el partido, pero no realizó otro remate de gol hasta el 92 en el que Agus hizo lucirse a Barceló al desviar a córner un tiro de falta.

En cambio, a partir de la citada expulsión, el Mercadal dispuso de varios contraataques clarísimos cuya falta de concreción solo cabe achacar al estado de ansiedad que atraviesan sus jugadores. El comienzo del partido por parte de los de Yeray fue espectacular.

En el segundo minuto Marcos fue derribado en el área por Raúl, pero por lo visto era demasiado pronto para pitar penalty, dos minutos después Lacueva no logró batir a Juanjo en un mano a mano que se repitió en el 7 con ventaja otra vez para el portero que se lució seguidamente a duro disparo de Meliá.

Pero el mejor fútbol de la temporada tuvo su premio en 14 con David Camps como protagonista culminando un gran pase de Meliá. La alegría de un público especialmente motivado ayer tarde se cortó pronto, en el 28, cuando el eterno Espadas fusiló una escapada de Gero y devolvía los fantasmas a Sant Martí pese a que el Mercadal había merecido esta vez bastante más que un inquietante empate.

El equilibrio se rompió a los 7 minutos de la segunda parte: falta directa contra el Collerense que un magnífico David Camps clavó por la derecha de Juanjo. Fuera por el gol o por lo que lo suponía, el partido que había sido limpísimo se torció con la roja al central del Collerense, ya que por lo visto no contaban con irse de vacío. Pero su reacción fue más visceral que inteligente, y dejó atrás grandes espacios.

Otro jugadón de Camps en el 60; un tiro flojo de Héctor en el 70 que tras salvar al portero sacó un defensa bajo los palos; un tres contra uno que Lacueva no concretó de forma inexplicable; un nuevo robo de balón de Camps (83´) con centro a Héctor que remata de voleazo al larguero...

Pero aún habría tiempo para más suspense con la mano salvadora de Barceló en tiempo de descuento, y, sobre todo, el barullo final en el área visitante con otro penalti de Juanjo a Adri, que tampoco vio Guerrero María, pero en su omisión tuvo su castigo, porque el portero simuló en la jugada una agresión inexistente que originó un final bastante desagradable.