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Llega el momento del partido y eso, que es una obligación para los equipos que compiten, en el caso del Sporting casi se convierte, además, en una especie de alivio, en un ejercicio de abstracción para no pensar en la rutina de lo peor, en esta maldita crisis que se ha instalado en Bintaufa. Lo dijo el capitán Moyano anteayer: "tampoco tenemos que estar hablando todos los días de esto. Ya sabéis lo que hay. Nos interesa centrarnos en lo deportivo". Ni que decir tiene que esperan que la afición tienda, una vez más, una mano de apoyo animando y en la taquilla, puesto que el club ha decretado que este Sporting-Badalona sea jornada económica.

Centrados en lo puramente deportivo, hay motivos de sobra para esperar un duelo tremendamente complicado. Visita Bintaufa ni más ni menos que un Badalona sempiterno candidato al ascenso. Pero a los escapulados este año hay que analizarlos, de momento, como un equipo más terrenal. Como el Sporting, todavía no ha ganado fuera de casa y sus tres puntos foráneos han llegado de tres empates. Y, como el Sporting, su fortaleza radica en casa: cuatro victorias, una derrota.

A pesar de ello, nadie duda que los de Manolo Márquez acabarán estando mucho más arriba de la décima plaza en la que están ahora, y siguen apostando por jugadores de experiencia y calidad contrastada en la categoría y en cada posición: el portero Marcos es el menos goleado de la categoría (5 goles en 10 partidos) y los Manolo Bueno, Manga o el recuperado Pugui son argumentos a temer.

Enfrente, la piña, el pundonor. Elcacho tendrá cuatro bajas seguras por lesión. A la conocida del alaiorense Barber se unen la de Biel Medina y la de los delanteros Arkaitz y Goñi. Por decisión técnica también caen Moyano y Sergio. Todo junto significa que Corbella saldrá en la punta posiblemente junto a Ignasi. Pero todos quieren fútbol. Solo fútbol. Y que se vea bien claro lo que se está jugando la gente aquí. En el corazón del vetusto Bintaufa.