Adrien y Berto. Los centrocampistas del Sporting Mahonés, en la imagen intentando frenar a Pablo Álvarez, probaron fortuna con sendos lanzamientos de falta que no entraron - Gemma Andreu

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'Murieron matando'. Este podría ser el epitafio del que, según la amenaza de la plantilla del Sporting Mahonés, puede ser el último partido en Segunda B si el presidente Paco Segarra no pone al día lo que le adeuda.

La incomparecencia fruto de la huelga del próximo domingo en Dénia ligada a otra ausencia en lo que resta de campeonato supondrá el descenso automático para un equipo que no cobra pero que se deja el alma en cada partido, como si verdaderamente fuera el último.

El único fallo en todo el encuentro costó tres puntos que ayer (0-1), siendo realistas, fueron lo de menos. Los jugadores y el cuerpo técnico saltaron al campo con una pancarta que decía 'Gracias afición' con la que intentar devolver el cariño que la sociedad menorquina, la mahonesa en especial, ha brindado a este grupo de valientes que no han arrojado la toalla en ningún momento.

Plantó cara un Sporting cuya principal variación fue la recolocación de Barreda como central ante la ausencia de Camacho por lesión, mientras Iray volvía al lateral. Como viene siendo habitual, los blanquiazules dejaron a un lado la agonía que les persigue fuera del terreno de juego y protagonizaron las primeras acciones de peligro como un centro de Soldevilla que se envenenó al tocar en un rival y que remató Corbella demasiado cruzado.

Pero al ya de por sí empedrado camino por el que transita el equipo le surgió un contratiempo más. A los 12 minutos un balón perdido por Soldevilla en campo contrario significó un pase de 40 metros de Álvaro a la espalda de Barreda que controló Chumbi y cruzó duro ante Oliver. O lo que es lo mismo, 0-1. Tres minutos más tarde, una jugada calcada acabó en las botas del veloz delantero catalán Pablo Álvarez, que no tuvo la misma suerte.

El Reus había descubierto el filón donde abastecerse. Un derribo a Soldevilla cuando encaraba con Corbella un dos contra dos fue ignorado por el colegiado, Rodríguez González, que debía haber premiado la entrada con una cartulina amarilla y pico. Berto probó fortuna armando el rifle aunque el balón se marchó lejos de la portería, mientras que Beñat pudo ampliar injustamente el resultado a los 37 minutos en un remate de cabeza que detuvo brillantemente en dos tiempos Oliver.

El público, que mantuvo su tónica de asistencia, no dejaba de espolear a los suyos y aplaudía cada jugada. El respetable entiende que la plantilla se haya declarado en huelga y la apoya. Pero el marcador no se movió antes del descanso.

Tras la reanudación el Sporting dejó a un lado la calidad para dar paso al corazón. La entrega fue total, máxima, con entradas duras pero sin conformarse con la derrota. Ángel detuvo una falta a Berto, al cuarto de hora, Adrien desde la frontal ajustó demasiado y el árbitro anuló una ocasión para el vasco al considerar que estaba en fuera de juego tras un rechace.

Los mahoneses se volcaron en la meta de Ángel, descuidando la suya. Una contra de Trujillo, ovacionado cuando entró en el campo, sirvió un gol en bandeja a Marqués que falló con toda la portería para él y desviando Adrien sobre la línea de gol. Soldevilla pudo empatar en la ocasión más clara pero despejó Ángel y al final el corazón y la fortuna se dieron la espalda.

Elcacho: "No sé si el presidente está bien, estoy preocupado, él sabrá por qué no ha venido"

"Queríamos hacer un partido bueno para dedicárselo a la afición, son pocos pero fieles, y agradecer el apoyo que nos ha dado en todo momento pero no ha podido ser, no hemos podido marcar un gol que nos hubiese dado un empate y eso que lo han buscado aunque más con el corazón que con la cabeza".

De nuevo, la charla en la sala de prensa del Sporting Mahonés se alejó de las valoraciones sobre el partido, aunque a diferencia de los últimos, Luis Elcacho se refirió más al devenir del encuentro.

El catalán admitió que el Reus hizo "una muy buena primera parte, sabían que Maó era un lugar propicio en estas condiciones para puntuar y lograron un gol rápido" y que tras el tanto, su equipo trabajó "muy bien, hemos llegado a su portería con mayor o menor claridad pero en la segunda parte el Reus ha querido esperarnos y salir a la contra".

El preparador del Sporting explicó que "los tres cambios los he hecho porque hay gente que está trabajando bien, que se ha recuperado y hay que darle oportunidades. Biel ya está bien, a Sergio le ha costado entrar pero ya está dentro del equipo y he creído que debíamos tener la máxima frescura para buscar el empate, ha salido bien pero ha faltado marcar".

Elcacho reconoció que "en los últimos minutos hemos puesto a Biel y a Jeroni arriba, un poco desordenados, para ver si alguien desde el cielo nos enviaba un regalo pero no ha podido ser" y que "ahora toca seguir entrenando y pensar en el Dénia. Si se consolida la huelga no jugaremos y pensaremos en el siguiente, el Teruel en casa".

"No entraré a valorar los 200 euros que recibimos pero si que hay que agradecerle a los socios y a los aficionados el esfuerzo que han hecho porque sabemos lo que cuesta llegar a final de mes en estos tiempos y por todo lo que nos han dado, nos ha llegado al alma y si seguimos adelante es por gestos como este o como el de una cafetería del puerto que hoy -por ayer- nos ha invitado a desayunar", dijo Elcacho, que no espera que el de ayer sea el último partido en Bintaufa.

El técnico concluyó su comparecencia cuestionándose "si el presidente está bien, estoy preocupado", aunque asegurando que "los importantes, los jugadores, han venido y han dado la cara y estoy muy agradecido, el presidente sabrá por qué no ha venido".