TW
0

La plantilla del Sporting Mahonés decidió ayer que viajará a Dénia y que jugará mañana la 14ª jornada de la Segunda División B, a las 16.30 horas, ante el rival alicantino, eliminando la posibilidad iniciada por el conducto reglamentario de hacer huelga. El club fue "previsor" y reservó billetes de avión, autocar y hotel por si se daba la posibilidad que, finalmente, se ha dado.

De esta forma, esta mañana a las 10:30 horas se realizará el último entrenamiento en Bintaufa bajo la batuta de el Director Deportivo, Mati Borsot, y el que ha sido segundo de Lluís Elcacho, Gerard Garcés, y serán los indicados para hacer la convocatoria y de sentarse el domingo en el banquillo. A las 17.20 horas la expedición partirá hasta Alicante, previa escala en Madrid, para llegar a Dénia hacia las 22 horas.

Eso si la plantilla no vuelve a decidir lo contrario, cosa en principio no prevista, aunque podría pasar que alguno de los componentes del equipo decidiera no subirse al avión, extremo que no se desea para preservar la unidad del grupo.

Los jugadores han considerado que los logros conseguidos vía Asociación de Futbolistas Españoles -carta de libertad para quien la solicite más un documento que reconozca la deuda que el club tiene con cada uno- mejoran sustancialmente su situación ante la altísima probabilidad de seguir la vía que ha iniciado Lluís Elcacho y poder encontrar una salida, sobretodo pensando en el mercado de invierno, un plazo que finaliza a finales de Enero.

Desde ese punto de vista, los profesionales del Sporting han llegado a la conclusión que acudir a su derecho de huelga, lejos de mejorar su actual situación, podría perjudicarles: seguirían sin cobrar y encima, deportivamente, perjudicaría en su objetivo de lograr la permanencia a los que decidan seguir en el equipo.

Al parecer, antes de la intervención informativa y las gestiones del presidente de la AFE, Luis Rubiales, la gran mayoría de la plantilla estaría por ir a la huelga. En esta ocasión, habría sucedido lo contrario tras sopesar la situación. A pesar de eso, la salida de un número importante de jugadores podría ser evidente en las próximas semanas, sobretodo entre los procedentes de fuera de la isla. Un grueso de entre 12 y 15 bajas haría inviable al primer equipo del Sporting.