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El jefe de prensa del Sporting Mahonés, José Pons, recibió ayer por la mañana una extraña llamada procedente de Hungría. Al otro lado del aparato se identificó un inversor italiano, Fabio Cordella, director deportivo del Honved Budapest de la primera división húngara, que se presentó y solicitó información sobre el club de Bintaufa alegando que tenía interés en conocer el estado actual del club aunque sin llegar a precisar si quiere intervenir económicamente en el club.

"Tras una llamada de cinco minutos", explica Pons, "le envié un correo electrónico al presidente para que lo supiera". Paco Segarra aseguró que "no me creo nada hasta que este señor se siente delante de mi y explique qué quiere".

Fue una mañana extraña para el entorno del Sporting por el revuelo que causó la noticia, adelantada en IB3 televisión. "No deja de ser curioso recibir llamadas como esta", reconoce José Pons, que aclaró que primero había hablado con Pedro Abraham, preparador físico del Honved mallorquín que le comunicó a Cordella la delicada situación que atraviesa el Sporting Mahonés.

"Nadie se ha puesto en contacto conmigo al respecto", puntualizó Paco Segarra, que matizó que "no me creeré nada hasta que no se siente aquí conmigo porque llevo varias reuniones similares a esta y al final no se consigue nada". Con todo, Segarra se muestra dispuesto a hablar y desea que "ojalá encontrásemos a alguien que pudiera arreglar esto".

Para el presidente de la entidad lo más importante es llegar "a enero que será cuando las administraciones empiecen a pagar y podamos ir dando al día aunque todavía falte todo lo de julio hasta diciembre".

Por su parte, Pons explicó que, sobre el interés de Cordella, "le he dado la información mínima porque también me ha preguntado cosas de índole económica pero le he dicho que si viene estaremos encantados de reunirnos con él pero que hay cosas que por teléfono no se pueden facilitar".