Un resultado injusto. El Mercadal no mereció perder ante el filial del Atlètic Balears y tuvo suficientes ocasiones para incluso ganar - Gemma Andreu

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En diez minutos fatídicos el Mercadal vio frustradas sus esperanzas de someter al poderoso Montuïri, el filial del Baleares, que vino a Sant Martí buscando los puntos que sumó con el 0-2 final para continuar acechando los puestos de ascenso.

Evidentemente el Montuïri no era el Platges de la semana pasada. Hubo emoción al menos hasta el 80, momento en que el desenlace incluso pudo caer del bando local. Jugó espléndidamente los primeros veinte minutos de la segunda parte, teniendo inmejorables ocasiones, sobre todo en el 58 cuando un remate del ayer brillante Fedelich rozó en un defensa, el balón rebotó primero en el poste y luego en el larguero. Auténtica mala suerte que se palió poco después con la expulsión del mallorquín Emilio.

Pero al final se vio aguado todo lo hecho anteriormente por los tantos de Nevado y Aitor, recién incorporados, y para agravar la desgracia se añadió en el 87, con la lesión de un Miguel Capó que al parecer sufre una fractura de muñeca, y tuvo que ser evacuado en ambulancia.

Lastimoso final para un partido de poder a poder, que en muchos aspecto puede calificarse de brillante, incluso en una primera mitad en la que no hubo ocasiones de gol por ningún bando. El duelo fue un compendio de incansable lucha táctica en los banquillos y en el terreno de juego para dominar el centro del campo. Ahí brillaron con luz propia los hermanos Rojals por el Montuïri, mientras Fedelich se convirtió en el bastión más firme del Mercadal acompañado de Meliá, aliviando a su defensa que pudo sobradamente con los delanteros visitantes, salvo algún escarceo habilidoso de Fami.

Tampoco la zaga del Montuïri desmerecía de la fama puntera del equipo, y con estas expectativas el tiempo pasó rápido y el cero a cero dejaba paso al descanso como un resultado deseado por unos y otros.

Estudiados los rivales y analizadas las posibilidades, en la segunda parte se acabó la preparación y se pasó a la acción. Inició pronto las hostilidades Femi, con una acción en que Chupi sacó providencialmente un balón cuando iba a fusilar a Cristian. Respondió Lacueva, que acababa de entrar, con una excelente finta que culminó con un tiro que rebotó en sus marcadores. Y un minuto después (51) David Camps se perfiló ante Octavi y tanto colocó su remate que salió rozando el poste. Otra vez Lacueva mostraba su peligrosidad por la izquierda y a punto estuvo de burlar al meta que salvó la situación con la punta de los dedos.

Con el Mercadal desmelenado, llegó la mejor ocasión ya citada de Fedelich con desgraciada carambola de poste y larguero. Reaccionó Oscar Troya y metió en el campo a Aitor, que pronto se hizo notar con una volea muy peligrosa. El jugador resultaría decisivo para su equipo con una asistencia y un gol.

En el 64 Emilio se fue a los vestuarios por dos amarillas, pero la ventaja numérica no le sentó bien al Mercadal, que ya no volvió a ser el mismo de los inicios. En el 80, gol de Nevado de cabeza e inesperado jarro de agua fría, además la desgracia en forma de lesión importante se cebó en Miguel Capó, que abandonó el campo en camilla, y el 0-2 de Aitor en dudosa posición de fuera de juego fue la puntilla.

Lacueva tuvo en sus botas la ocasión de reducir distancias, pero la abortó Octavi, y el Mercadal, otra vez muy competitivo, se vio abocado a un resultado engañoso para quien no viera el partido. Un 0-2 que le deja con 25 puntos en la zona media de la tabla, pero sin poderse descuidar.