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La moción de censura que ha promovido el grupo de exdirectivos del Sporting Mahonés liderado por Fernando Osuna contra Paco Segarra se encuentra en punto muerto hasta que el propio presidente, Paco Segarra, recoja el acta notarial de la presentación de las firmas, el requerimiento del estado contable y las actas de juntas directivas y asambleas presentadas por este grupo el pasado jueves ante el notario Alberto Vela.

Como quiera que la oficina del Sporting está cerrada 'sine die' tras la marcha de José Pons, Segarra ha comunicado al notario que acudirá a recogerla en persona la próxima semana, o a más tardar, el martes siguiente, día 28, según su agenda. Cuando firme la recepción del documento, Segarra dispondrá de 48 horas para contestar a los requerimientos y de un mes más para convocar la asamblea extraordinaria en la que se votaría la moción de censura en su contra. En todo caso, Segarra sigue diciendo que convocará de elecciones antes de final de mes lo que podría provocar un extraño doble proceso si el grupo opositor no retira la moción o bien Segarra no decide dar un paso atrás.

El presidente dijo ayer a este diario que aguardar una semana más no tiene por qué suponer ningún contratiempo para nadie. "Ellos han decidido obrar así y yo los respeto igual que los que han firmado". Sin embargo, a pesar de que el grupo opositor ha logrado reunir en apenas una semana 109 socios de los 381 que, según la junta, tiene el club esta temporada, Segarra aseguró ayer que "no pienso dimitir por honestidad y responsabilidad. Cuando llegue el momento si no me quieren me voy pero todavía trabajo para cumplir con la gente a la que se le debe dinero porque es mi compromiso. Si son 109 los que han firmado hay más que no lo han hecho". El mandatario reiteró que "no tengo apego al cargo y si mañana vienen y me dicen que tienen solución para resolver las deudas, entonces sí me marcho en seguida".