Imparable. Fedelich marcó el 1-0 de un testarazo inalcanzable para Jesús ante la mirada del central Tomé y del extremo Víctor - Cris Llufriu

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Cuatro minutos le bastaron a un enrachado Mercadal para resolver el derbi (3-0) con un necesitado Alaior que vio como en tan corto espacio de tiempo se le iba el partido.

Se había recién iniciado la segunda parte, después de que se llegara al descanso con un empate a cero, justo desenlace a un primer tiempo insulso, sin profundidad ni ocasiones. En ese primer tiempo sólo se contabilizaron algún un ramalazo suelto, como un indirecto dentro del área del Mercadal, un remate fuera de David Más o dos jugadas idénticas con sendos despejes de Barceló y Jesús que rebotaron en los atacantes y que pudieron acabar en dos goles de churro para romper una dinámica plana.

La primera jugada polémica se dio en el minuto 32, internada de Camacho frenada en aparente falta dentro que el árbitro interpretó que había fingido, mostrándole al atacante la tarjeta amarilla. Lo cierto es que los 45 minutos no dieron más de sí.

El Mercadal con Barber y Marcos en la dupla atacante y sin delanteros natos parecía conservar fuerzas para la segunda mitad, idea que se vio reforzada viendo calentar ya antes del descanso a Lacueva y Fedelich. Por su parte el Alaior contemplaba el encuentro a su medida, pudo tener su gran ocasión en la jugada citada, pero tampoco forzó a los locales, error que pagaría poco después con creces.

En la reanudación Yeray hizo los cambios esperados (y pronto el otro obligado por la lesión de David Más). El equipo subió de marcha y en el 56 un córner sacado por Lacueva y rematado inapelablemente por Fedelich abrió el marcador. Todavía no se había repuesto el Alaior del golpe cuando volvía al ataque el Mercadal. Jugada por la izquierda que Marcos, oportuno, acierta a empujar un balón que Jesús no había podido retener.

En un abrir y cerrar de ojos el marcador se ponía con 2-0 y se acrecentaba la impresión de que el Mercadal había golpeado cuando más le convenía, consciente de ser superior a su rival en efectividad y confianza, pero los de David Moreno continuaron luchando contra su destino y poco a poco fueron probando los reflejos de Barceló.

En el 65 Bermúdez Balbín se encontró con su segunda polémica cuando castigó con roja directa una entrada por detrás de Fedelich a Fletxa casi en el medio campo, una expulsión tal vez reglamentaria, pero vista en el campo excesivamente rigurosa y desmedida.

El Mercadal se encontró con un jugador menos con casi media hora por delante y al Alaior ya no le quedaba más remedio que buscar reducir el marcador, pero Barceló lo evitó en el 68 con una doble parada a tiros de Joel y Juli. El colegiado falló claramente cuando mostró solo amarilla por un codazo de Miquel a Barber que le había ganado la posición (74´), y sobre todo en un clamoroso penalty a Héctor (77´) no señalado que hizo explotar a la grada.

Todo estaba ya resuelto, y por si fuera poco en el 90, Héctor lograba el tercero rematando un pase de Barber que volvió a cuajar un gran segundo tiempo. El 3-0 final dice bien del momento de forma del Mercadal que definió muy bien, y de un Alaior que debe remar contra corriente.