El peor final para el Alaior

Un gol de Dani Rado en la última jugada de partido, acabó con las esperanzas del Alaior de sumar un merecido punto tras igualar el partido y quedarse con diez por la expulsión de Julián. La empresa de la salvación del Alaior cada vez parece más complicada.

El equipo de David Moreno, necesitado por su posición en la tabla, salió a por el partido y le disputó la posesión al conjunto campaner, que se vio sorprendido en los primeros compases. En uno de los mayores exponentes de los menorquines en ataque, la estrategia, llegó el primer aviso. Juli botó un córner muy cerrado al primer palo y el remate de Joel se encontró con Toni Mas.

La réplica, no se hizo esperar. Primero Nigorra y luego Jaume Vidal se estrellaron contra Jesús en una doble ocasión franca para inaugurar el marcador. Precisamente fue Jaume Vidal el que rompió la igualada a la media hora de juego, al rematar en el segundo palo, libre de marca, un saque de banda prolongado por Dani Rado en el primero. Los albinegros, con un incisivo Juli por la izquierda, lo intentaron pero sin suerte antes del descanso, protagonizando el portero local el susto de la jornada.

En la reanudación, llegó el premio a la constancia visitante, en una jugada individual de Joel que batió por bajo a Sebastià. A partir de ahí, intercambio de golpes, con un Campos que se fue descaradamente a por el triunfo y un Alaior que se quedó con diez por la expulsión de Julián y buscó su oportunidad a la contra.

Rado, Vidal y Matías, por los locales, y Juli, con un lanzamiento de falta en los albinegros, pudieron decantar la balanza. Jesús evitó dos goles cantados pero no pudo hacer lo mismo en la última acción, tirando Rado por tierra el esfuerzo realizado durante los noventa minutos.

Al final, nueva derrota, el equipo que sigue sin ganar fuera de casa y lo que es más preocupante, se hunde un poco más en la clasificación, ya que en función de los resultados que se produzcan en esta jornada, podría ver como la distancia con la permanencia se eleva hasta los diez puntos. Sin duda, el peor final posible para un objetivo cada vez más complicado.