Achicando balones. El Ferreries se dedicó más a intentar destruir el juego de la Peña que a crear; en la imagen, Rodríguez supera a Pozo - Cris Llufriu

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La física, una de las ciencias más antiguas y más infalible, dirá que el partido de ayer se podía haber jugado cien veces y en ninguna el Ferreries hubiese ganado. ¿Por qué? Sencillamente porque la Peña Deportiva Santa Eulàlia es mejor equipo, más formado y porque si a eso se le suman las carencias locales típicas de un grupo joven e inexperto, el 1-3 se entiende y, hasta cierto punto, se celebra. Aunque Sant Bartomeu, a cada jornada que pasa, huela más a Regional y sin remedio.

A pesar de que el resultado al término de los primeros 45 minutos era de 0-1, la primera parte, sin duda, sentó mejor al Ferreries que a la Peña Deportiva Santa Eulàlia. Los de Joaquín Andújar consiguieron molestar lo suficiente como para que los pitiusos no estuvieran cómodos ni pudieran lucir un juego fluido y atractivo. El primer tiempo fue feo, corto de ocasiones y huérfano de juego, un panorama que benefició a los azulgranas.
El Ferreries consiguió trabar el juego por el centro del campo desde el primer minuto, lo que obligó a los visitantes a descargar el esférico por las bandas. Los laterales locales, Isaac y Taltavull, achicaban, bien escoltados por los centrales. No fue hasta el minuto 19 cuando se oyó el 'ui'. Córner que bota Oski y Aparicio remata al primer palo fuera. Kaké, muy activo en su regreso a Sant Bartomeu, chutó en el 26 y paró Mingo. El Ferreries contestó con un tiro de falta de Seguí y una doble ocasión dentro del área, primero en un disparo de López que despejó Moro y luego con el rechace que empalmó Chiqui y desvió un defensa.

La lógica llegó en el 38 cuando un mal despeje de la zaga local por el centro cayó a las botas de Bernal que sorprendió a todos con un disparo raso al que no llegó Mingo. El 0-1 durmió el duelo hasta el descanso.

Tras la reanudación el Ferreries salió más ambicioso pero recibió el 0-2 en un pase en profundidad de Kaké a Piru que, solo ante Mingo cedió a Pozo para que éste resolviera mientras los locales protestaban un posible fuera de juego. Un balón aparentemente inofensivo lo transformó López pícaramente en penalti al desestabilizar a su marcador, Martínez, que tocó el balón con la mano y el colegiado, a instancias de su juez de línea, castigó la acción con pena máxima. No falló Seguí.Con el 1-2 y a 33 minutos para el final, Andújar tomó una decisión valiente. Dio entrada a Caballo y a Contreras buscando ser más incisivo. Y lo fue, aunque sin llegar a morder.

La Peña sentenció y mató los ánimos locales en el 70 cuando Piru dibujó una parábola fantástica en un lanzamiento de falta que superó la barrera y que Mingo no pudo solventar. No varió la dinámica hasta el final y Ferreries da otro paso más hacia el descenso a Regional.