Fútbol - Paco Sturla

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El Campeonato de España de la Asociación Nacional de Fútbol 7 Popular se recordará, lamentablemente, no por la buena organización de los responsables menorquines, si no por la batalla campal que se dio en la segunda parte de la final disputada al mediodía de ayer en el Anexo de Bintaufa, entre el San Antón, de Alicante, y el Duende Macabi, de Cantabria.

A poco de inciarse el segundo tiempo, cuando los alicantinos vencían por 2-0 en el marcador, se produjo un rifirrafe entre un jugador de cada equipo que acabó en una pelea barriobajera lamentable por espacio de, al menos, 20 minutos. Antes, el principal responsable de la organización, Manolo Dasi, ya había pedido al concejal de Deportes, Xisco Pons, que reclamara la presencia de algún miembro de la policía municipal vista la agresividad con que se empleaba el equipo de Alicante, preferentemente, en los partidos anteriores. Tres policías entraron en el campo para tratar de calmar los ánimos frente a una grada repleta de aficionados y acompañantes que seguían incrédulos lo que sucedía en el terreno de juego.

El árbitro expulsó a tres jugadores y un delegado, pero como continuaron las amenazas, el delegado del equipo de Cantabria decidió que su equipo abandonaba el partido para evitar males mayores.

Con buen criterio, la organización decidió no conceder el trofeo de campeón a ninguno de los dos equipos ante las protestas y algunos insultos del cuadro de Alicante. La tercera plaza fue para el Distribuciones Abad, de Ávila, por mejor diferencia de goles respecto al AV Ciutadella. Ambos equipos habían perdido las semifinales ante los dos finalistas, Duende Macabi (en los penaltys depués de acabar el partido 3-3, y frente al San Antón por 4-0), respectivamente.