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El Penya Ciutadella debutó con derrota en su estreno en Tercera División a pesar de hacer méritos más que suficientes para obtener un resultado mejor en su puesta de largo en la nueva categoría. Un tanto de Tomeu Reynés en el último suspiro de partido tiró por tierra todo el trabajo del equipo de Dani Mori, que con diez jugadores, por la expulsión de Conejo, fue capaz de igualar el tanto conseguido por Ramiro, al filo del descanso, gracias a un cabezazo de Barto. A pesar del tropiezo, el equipo dejó muy buenas sensaciones y en ningún momento dio síntomas de ser novato en la categoría.

El inicio del partido fue de color amarillo, con Lluís y Fraga mandando en el centro del campo y Berto por delante, buscando la movilidad de Chupi por la izquierda y la velocidad de Llonga arriba. Ese mejor posicionamiento sobre el terreno de juego se tradujo en las primeras acciones de peligro, concretamente en dos lanzamientos de Lluís, aunque sin suerte. A balón parado, otro de los puntos fuertes del equipo, también pudo llegar el gol. Berto botó una falta lateral que Biel malogró en el segundo palo, libre de marca. En los locales, tan sólo reseñar un disparo de Ramón abajo que Jesús repelió a córner. Sin duda, gran parte de la poca creatividad local en ataque se debió a la anticipación y buena colocación de la defensa visitante, cerrando los espacios al conjunto guiado por el exsportinguista Tomeu Reynés. Pero con lo que no contaba el Penya era con el fallo de Jesús al borde del descanso, que vio como el balón se le escurría por debajo al saque de una falta directa desde fuera del área, ejecutada a ras de suelo por Ramiro.

El gol, como era de esperar, trastocó el guión para la segunda parte. El equipo mallorquín salió a defender la ventaja y esperar su oportunidad a la contra para sentenciar el partido mientras que los de Ciutadella dieron un paso adelante en busca del empate. Dos acciones a la contra, una por cada banda, con Llonga y Chupi como protagonistas, pudieron cambiar el signo del partido, pero sus remates acabaron en córner y fuera, respectivamente. En la recta final, el equipo menorquín se quedó con diez jugadores por la expulsión de Conejo por doble amonestación, haciendo aún más difícil lograr el empate a tenor del desgaste realizado durante los minutos previos. Aunque una acción aislada en los últimos minutos dio el premio del gol al Penya y parecía recompensarle con un merecido punto en el debut. De nuevo Berto, a balón parado, ejecutó una falta lateral y en el segundo palo apareció Barto para, libre de marca, cabecear al palo contrario. El conjunto ciutadellenc había hecho lo más difícil y había visto recompensado su esfuerzo pero Tomeu Reynés no había dicho la última palabra. El veterano jugador apenas entró en juego durante los 90 minutos pero apareció en el momento clave, en el tiempo de descuento, para culminar un contragolpe y con la zurda cruzar el balón para dejar los tres puntos en Sóller. Cruel final para un Penya que mereció mejor suerte y que no tuvo capacidad ni tiempo de reacción.