El Mercadal tenía una dura prueba ayer en Formentera. El conjunto de Lluís Elcacho, recién ascendido a la categoría, está demostrando una fuerte personalidad y sigue aguantando en la parte alta. Quería dar guerra, pero el cansancio pesó, y encajar los dos primeros goles en momentos clave del partido condujo al 4-0 final.
El equipo rojiblanco llegó al estadio con retraso tras un pesado viaje de casi seis horas y los dirigentes del Formentera intercedieron a petición del equipo menorquín y acordaron con los colegiados permitir que el partido empezase 20 minutos más tarde de lo previsto.
Enseguida quedó claro que el Mercadal salía enchufado y no jugaba al pelotazo, llevando la inquietud en dos ocasiones muy claras: en el minuto 7 con un balón al palo, y al cuarto de hora, con una ocasión de gol muy clara de Rubén Carreras.
El Mercadal dominó en el primer tiempo, e incluso se puso en superioridad numérica con la expulsión de Moreno. Pero los locales se superaron. Marcó Winde en una contra antes del descanso, y Romero al poco de reanudarse el encuentro. Ahí se acabó el Mercadal. No es que dejara de luchar, pero empezó a notar el cansancio del viaje, y el Formentera, animado por sus 500 aficionados y dos goles de Titi -el cuarto de vaselina-, sentenció con el 4-0.
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