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Penya Ciutadella y Santanyí empataron a dos goles en un partido en el que ambos equipos pudieron decantar en momentos determinados el duelo... y acabaron con acciones que supusieron todo lo contrario. Tal y como acabó, es normal que los de Ciutadella acabaran con una cierta sensación agridulce: a pocos minutos del final iban ganando y con cierta sensación de tener los tres puntos en el saco, pero en el 84 Simón firmaba las tablas.

El inicio del partido mostró mucha igualdad sus primeros veinte minutos. Esa igualdad se rompió con el primer tanto. En el 26, Cristian robó un balón, cedió a Ganea y su centro lo aprovechó Lucho. Un gol que Mori protestó y que le costó la amarilla minutos después: consideró que el tanto venía precedido de una falta.

El gol propició unos minutos de desconcierto en el Penya y el Santanyí pudo adelantarse en un par de ocasiones antes del descanso, en sendas acciones de un Lucho que ajustaba demasiado el balón. Los menorquines reclamaron un penalti por manos de Nico en el 38 y tuvieron una gran ocasión en un cabezazo de Berto en un corner que se estrelló en el larguero.

Se llegó al descanso con el 1-0 y la decoración cambió radicalmente. El Penya Ciutadella dio un paso adelante y fue a por el partido con una arma que es la característica para este equipo: aprovechar la altura de sus jugadores, sobretodo Zurbano, en las acciones a balón parado.

Sin embargo, fue el Santanyí el que pudo volverse a adelantar, cuando en el minuto 55 Simón encaró al portero Jesús y este, providencial, le sacaba el balón. Pero fue Jose Enrich el que marcó el 1-1, cabeceando una falta.

Eran los mejores momentos de los visitantes. En el 68 Zurbano exageró una falta clara dentro del área y eso hizo que el colegiado no pitara y un minuto después Marcos Vaquero marcaba el 1-2 en un tiro que tocó un defensa. El Penya se veía ganador, Zurbano y Marcos tuvieron el 1-3, pero pasó todo lo contrario: Simón conectó un balón perdido en el área y marcó un 2-2 que dejó al Penya cariacontecido.