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El At. Villacarlos no presentará ante la Federació Balear el informe dando su versión del arbitraje del colegiado Mohamed Ouali la semana pasada ante el Ferreries y mediante el cual pretende que Ouali no arbitre más al equipo.

Según el presidente, Florencio Conde, "esperaremos a conocer la versión del informador federativo para actuar". El comité, con el informador, se reunía ayer para tratar la cuestión.

La reacción del club amarillo ha levantado un gran revuelo en el mundo del fútbol menorquín, tal y como se comprueba en la cantidad de comentarios aparecidos estos días en la web de este diario menorca.info. "Queremos que se baje un poco la tensión. Todo se ha desmesurado un poco", reconocía el mismo Conde. "Me he puesto en contacto con Pau Carbonell -representante de los árbitros en la isla- para darle salida al tema. Si hemos de hablar, que lo digan", añadió.

Desde la Junta Insular de la FFIB hay cierta sorpresa. Su presidente, Virgili Juaneda, asegura que "me parece mentira que un presidente y ex-jugador como Conde no sepa que los árbitros en estas categorías no se pueden recurrir, como dice el reglamento". Juaneda quiere recordar que "arbitrar no es nada fácil" y que "técnicos y jugadores deberían ayudar".

"Yo no vi el partido y no puedo opinar, pero los árbitros, con todos los peros que se quieran poner, se reúnen y pasan un control. Tomeu Riera -presidente de los árbitros en Balears- viene expresamente de Palma para hacer las pruebas físicas. Y el que no está bien, no las pasa. Otra cosa es que deberían prepararse más".

El Penya-Andratx se juega

El juez único del Comité de Competición decretó ayer que el Penya Ciutadella-Andratx de la jornada 23 de la Tercera División que no se disputó por incomparecencia forzada del rival -perdió el avión por un despiste de su delegado- se dispute y no se le dé por ganado al Penya, sumando los correspondientes tres puntos. Para ello, el juez propone dos fechas: el viernes 1 de marzo o el 28 del mismo mes, celebración del Jueves Santo.

En la resolución se dicta que el Penya tiene unos días para comunicar la fecha en la que se ha de jugar el partido, y si no será el juez el que lo decida. Todo parece indicar que la fecha que se escoja será la del 1 de marzo, día en el que también está previsto que se dispute el aplazado Formentera-Son Ferrer, perteneciente a la jornada 12.