Villacarlos-Ferreries. El partido que ha levantado la polémica - Javier

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Florencio Conde defiende el comportamiento de sus jugadores y de la afición del At. Villacarlos a raíz de la catarata de réplicas que han tenido sus declaraciones a este diario en las que cargaba contra el árbitro, Mohamed Ouali, a quien pretendía alejar del Municipal de Es Castell en el futuro tras dirigir el Villacarlos-Ferreries del pasado sábado en el que llegó a mostrar 17 tarjetas.

Finalmente Conde no hará esta petición al delegado arbitral Pau Carbonell, con quien piensa hablar el próximo fin de semana, entre otras cosas porque, como bien le recordaba ayer en este medio el presidente de la Junta de Menorca, no existen recusaciones en estas categorías.

Conde admitió el pasado verano la fama de campo conflictivo para árbitros y rivales que tiene el Municipal de Es Castell, hasta el punto que tras tomar posesión de la presidencia manifestó que uno de sus objetivos era conseguir que colegiados y rivales vinieran a Es Castell como si fueran a cualquier otro campo, y por consiguiente, mejorar el comportamiento de todo el club. La directiva repartió un código de conducta a padres y jugadores "y en seis meses no ha pasado nada y todos se están comportando bien", afirma el mandatario. Conde recuerda que "aquí no hemos matado a nadie ni ningún árbitro ha tenido que salir corriendo". Añade incluso, que "los árbitros están contentos de venir a pitar aquí como a otro campo".

El presidente no se retracta de sus declaraciones a este diario cuando justificó la petición de que Ouali no viniera a pitar nunca más a Es Castell "porque si nos vuelve a hacer algo más no sé que pasaría". Y lo justifica porque "digo lo que digo para defender a mi club la gente es inteligente para saber lo que tiene que hacer y como comportarse. El presidente, por tanto, mantiene sus opiniones sobre el arbitraje reseñado, considera que se excedió en las tarjetas, aunque al mismo tiempo admite que el meta suplente fue expulsado y sancionado correctamente. Conde niega rotundamente que increpara al árbitro detrás de la portería, "acudí allí para calmar al portero que había sido expulsado y había ido a aquella zona".