Con otra cara. La victoria el pasado domingo en el Maonès ha abierto otra perspectiva al equipo - Gemma Andreu

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Por fin el Menorca se deshizo de la mala dinámica y aunque no fue su mejor partido, sí se tradujo en una victoria balsámica y necesaria para la permanencia, en un equipo en el que se advertía una evolución positiva sin buenos resultados. Atrás quedó no ganar desde el pasado 11 de noviembre de 2012, cuando los de Lluís Vidal vencían en casa al San Francisco (4-3). Desde entonces, el equipo tan solo había sumado tres puntos de 30 posibles y transitaba en lo que se lleva de 2013 sin puntuar, lo que le llevó a pasar una semana en puesto directo de descenso.

Todo eso queda atrás tras vencer al Nàstic y, ni que sea por el gol average con el Mataró, el equipo se salva de la quema con sus 21 puntos. Y no solo eso. La perspectiva inmediata arroja una visión optimista que, eso sí, pasa primero por la propia respuesta. Y es que el Menorca tiene una gran oportunidad de poner tierra de por medio con la zona peligrosa si es capaz de imponerse el próximo fin de semana en su visita a otro histórico barcelonés: la Damm. Un duelo, por cierto, con el que no podrá contar con el sancionado Domi, aunque sí con Sergi Ametller.

De ganar a los cerveceros, los de Vidal obtendrían una "franja de seguridad" con el Mataró de tres puntos más el average, y superarían al San Francisco en dos puntos. El motivo es evidente si se cumple la lógica: los mataroneses se miden al segundo clasificado, el Real Zaragoza, mientras que los palmesanos harán lo propio contra el todopoderoso FC Barcelona. Sin duda, es una gran oportunidad.

En el club, sin olvidar el discurso realista, saben que ese cálculo es posible. Apelan a la mejora que se ha visto hasta ahora y al impulso de ganar al Nàstic. "Es que vuelvo a decir lo que hemos venido diciendo. Los chicos están bien. Han endurecido su carácter. Sacan lo que hay que sacar, tienen mucha predisposición y la victoria tenía que llegar", asegura Marcial Pérez, el coordinador del club.

Aporta nuevos datos a su lectura. "Solo había que ver la manera de celebrar los goles. En el definitivo para ganar celebraron el tanto como nunca. Y al final lo que se veía en las caras de los chicos es que se habían sacado un peso de encima. Así de claro". El coordinador remata su reflexión con una frase que rezuma contundencia. "Los tres puntos del domingo son más que tres puntos".

Por supuesto, la lucha continúa. En casa, al Menorca le espera ni más ni menos que el Zaragoza, el Espanyol y el Badalona. Eso, y "rascar" fuera ante Damm, Gavà -dos seguidos fuera estas dos próximas jornadas-, San Francisco, Cornellà y el finiquitado Manlleu. "Creo que la salvación se pone en los 30 puntos. Y esta segunda vuelta es durísima porque casi todos se han reforzado", recuerda Pérez, poniendo como ejemplo al Stadium. "Parecían descendidos, pero han incorporado a cinco del Zaragoza... Lo tienen difícil, pero pueden ganar a cualquiera".