Sin gol, no hay puntos. La premisa más básica del fútbol se cumplió en Son Marçal, una vez más. El Penya Ciutadella gozó de más ocasiones que el Ferriolense y ofreció un juego mejor pero acusó dos acciones aisladas de un conjunto que certificó su permanencia gracias a los tres puntos arañados de Ponent. El esférico no quiso entrar hasta que los visitantes llevaban una ventaja de 0-2, tras el discutible penalti que significó el 0-1 y el tanto en fuera de juego que fue el segundo.
Desde el primer minuto, el Penya Ciutadella llevó la iniciativa en el juego y el peligro. Pudieron marcar Quel y Berto aunque la tranquilidad que da verse salvados quizás influyó en que las ocasiones se malograran.
Unas manos en el área local permitieron a Samuel adelantar al Ferriolense en el primer tiempo desde el punto de penalti, era el minuto 30. No se amilanó el conjunto local que siguió llevando la iniciativa aunque fue incapaz de mover el marcador antes del descanso.
En el segundo tiempo el dominio local se mantuvo hasta que un balón en largo lo aprovechó Mariano, en claro fuera de juego para hacer el 0-2 con el reloj marcando el minuto 70.
El Penya siguió buscando un tanto que acortara distancias y lo logró poco después en un barullo en el área que resolvió Biel.
Siguió intentándolo el equipo local pero por más que llegaban las ocasiones, el marcador no se movía. Además, el Ferriolense se cerró consciente de que los tres puntos les certificaban la permanencia.
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