El grupo. Los jóvenes y niños que asisten a la segunda edición del campus del Milan, esta vez celebrado en Ciutadella - Paco Sturla

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El Milan Junior Camp Menorca 2013 llega a su fin. Mañana sábado se cerrará una intensa semana donde los chicos participantes han mejorado su técnica, aprendido nuevos conceptos y han disfrutado a través de la actividad que más les gusta: jugar al fútbol.
El campus, que se ha celebrado en su segunda edición en la isla, esta vez en el campo Sant Antoni de Ciutadella, no es una escuela de verano al uso. Aquí, los chicos han convivido y aprendido durante cerca de nueve horas continuas a diario, durante una semana. Ahora les quedará el recuerdo de la experiencia que intentarán ejecutar cuando inicien los entrenamientos de la nueva temporada en sus respectivos clubes. Hasta entonces acabarán de disfrutar del verano.

Tres han sido los monitores que han aleccionado a los 30 inscritos este año, algunos venidos expresamente de Italia e Inglaterra. Los 23 menorquines del campus oscilan entre los 7 y 17 años, y están representados equipos como el Sporting Illa de Menorca, el At. Villacarlos, la Unión, el Menorca, el Mercadal o el Sami. Sorprende un tanto que sólo haya tres chicos de Ciutadella en el Campus, a pesar de realizarse en este municipio. El cambi de ubicación obrado por la organización no ha dado resultado porque el año pasado la participación fue algo superior alcanzado los 38 inscritos.

La jornada es muy intensa ya que arranca a las 9 de la mañana y termina a las 6 de la tarde. Con un coste aproximado de 300 euros, el campus incluye, aparte de las clases, el almuerzo conjunto, el desplazamiento en autobús, y una doble equipación del prestigioso club rossonero para cada participante. Mañana sábado, de 9 a 11:30 se cerrará el campus, con una demostración de las técnicas aprendidas, una sesión de fotos y la entrega del diploma correspondiente.

Jesús Flores, junto a Paola Ferrari, es uno de los promotores del evento. Sobre el cambio de ubicación este año, Flores razona que "lo hicimos por la mayor planta hotelera que existe en la zona de Ciutadella, pero aún faltan un par o tres más de ediciones para que el campus se asiente aquí". Sobre la doble vertiente del campus, Florez explica que "por una parte damos una proyección de Menorca al extranjero, y por otra damos a los chicos una clases de un nivel altísimo, se relacionan con otros idiomas y crecen tanto físicamente como mentalmente. Sin olvidarnos de la ilusión. Algunos ya piensan en el campus desde principios de año".