El jugador ya se ejercitó con sus compañeros ayer - P.C.

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Un año más, Pedro Capó jugará en Segunda División B. El Atlético Baleares ha echado el resto para incorporar al polivalente jugador de tan solo 22 años y le ha convencido para que se una a un proyecto que dista de los lujos de las últimas temporadas y que es más acorde con la auténtica realidad que se vive. "Competir con un equipo formado por jugadores de las islas y demostrar que podemos mantener la categoría y luchar por algo más es un reto muy bonito", apunta el ex jugador del RCD Mallorca B, Celta B y Sporting Mahonés.

Capó ha demostrado en los últimos años una polivalencia y una capacidad para adaptarse a las exigencias del entrenador inusual a la par que eficiente. Titular indiscutible el curso anterior a las órdenes del 'Chichi' Soler en el filial bermellón como delantero, todavía están recientes sus brillantes actuaciones con el Sporting Mahonés como lateral y pivote defensivo. Una posición que parece que recuperará en su nueva aventura.

"He hablado con el entrenador, Nico López, y ha sido el que me ha convencido por fichar", explica, "hace unas semanas que ha estado pidiendo a la directiva la llegada de un pivote defensivo así que creo que yo soy el elegido".

Sabe Capó, que acumula la friolera de 124 partidos en Segunda División B con solo 22 años, que llega a un equipo prácticamente hecho, que lleva más de un mes entrenando y que este fin de semana debuta en la competición. "No me asusta la presión, soy consciente de que deberé entrenar muchísimo para abrirme un hueco en el equipo y ganarme un puesto en el once inicial", advierte.

En el vestuario del Baleares coincidirá con uno de sus verdaderos amigos, Ignasi Dalmedo. Los dos jugadores han compartido vestuario en el Penya Ciutadella juvenil, en el Sporting Mahonés y ahora en el Baleares.

"Es bueno llegar a un sitio y encontrarte a alguien conocido que te reciba, aunque en realidad conozco a toda la plantilla de haber jugado en contra", concluye animado el jugador.