Los azulgranas lo dieron todo para hacer frente a un gran rival. En la imagen, Serra intenta quitarle el esférico a Juanpi - Gemma Andreu

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Nuevo y doloroso revés para el Menorca. El cuadro azulgrana volvió a morir en la orilla en un choque donde fue inferior a un portentoso conjunto como la Damm al que la labor arbitral terminó desquiciando. Los de Romero siguen llegando vivos a los finales de partido pero acaban sin saborear el premio, bien por errores propios, bien por aciertos del contrario, como acaeció ayer ante los cerveceros. Y ya son muchas.

Pese a ponerse por delante, el Menorca siempre fue a remolque del endiablado ritmo de juego catalán y pagó caro la ausencia de mala leche, de contundencia, en dos acciones puntuales que valieron los goles de Joel. En la segunda parte, con el partido roto, los azulgranas dispusieron de otra pena máxima y jugaron contra nueve durante casi quince minutos. No hubo acierto y el pesimismo inundó el Estadio Mahonés que ovacionó a Marc Urbina cuando saltó al césped. La situación se complica aunque por delante queda un calendario más amable para los de Romero.

La Damm salió a por el partido desde el arranque, impuso un elevado ritmo de juego y bajo la batuta de un imperial Fortià, buscó la las bandas para pisar área y forzar llegadas y situaciones desde la esquina -hasta nueve botó en la primera parte- que revistieron peligro sobre el portal local. El Menorca, con Marcel sobre el cerebro visitante y resguarnecido en un 4-4-1-1, sacó petróleo de su primera llegada al sancionar el trencilla un agarrón sobre Juan Carlos. Marcos puso el cuero lejos de Cobo desde los once metros para colocar el 1-0.

El guión no se alteró. Ambas escuadras apelaron a su estilo y al Menorca le tocó sufrir y correr, algo habitual. Con el 2 x 1 en banda, la Damm gestó ocasiones que Fernando, la defensa o la falta de acierto impidió que el marcador se moviera. Pero en apenas un minuto, Joel, en sendos testarazos y libre de marca -precioso el primero- giró el encuentro.


Mejoría

Con la entrada de Luis, el Menorca tuvo presencia ofensiva, la Damm no mandó y el partido fue de ida y vuelta. Fornés Bover abrió otro escenario primero con un libre indirecto que Cobo solventó (72') y luego con las expulsiones de Cristóbal y Mateo. Romero sacó la artillería y jugó con tres atrás. Pudo llegar el 2-2 pero un excepcional Cobo detuvo un penalti (?) lanzado por Luis (83') donde Casas dejó a los suyos con nueve. El Menorca tuvo ocasiones y precipitación pero no acierto y en una contra, la Damm forzó otro penalti (96') que Fernando, magistral, desvió a Urbina. No hubo para más.