Los jugadores del Menorca festejan con gran alegría la consecución del primer gol logrado por Luis que encaminaba el segundo triunfo - Javier Coll

TW
0

El Menorca dio el pase al frente que solicitaba su técnico. Era el momento de ganar, de refrendar la mejoría experimentada en los últimos partidos que no llegó de la mano de buenos resultados y el colectivo azulgrana entendió el mensaje y por fin se reencontró con la senda de la victoria, la segunda de la temporada en un encuentro brillante, sin duda el más completo jugado hasta ahora por la escuadra menorquina. Luis abrió el marcador y la extraordinaria punta de velocidad de Ricky llevó el delirio al Estadio Mahonés.

La cita adquiría mayor relevancia en la tarde del sábado con el triunfo del Baleares y el empate del San Francisco -rivales directos- logrados a domicilio. Los tres puntos eran vitales para no quedarse descolgados en la tabla y el colectivo de Juan Romero hizo los deberes ante un Europa menorquinizado, por la presencia de Enric, Rubèn y Lluís Camps, que se inclinó ante el voraz apetito ganador de los isleños.

El primero de los cinco encuentros marcados en el calendario azulgrana, lo resolvió el Menorca en un ejercicio de entrega, anticipación y fe en cada uno de sus movimientos y con escasas fisuras en su planteamiento; la adaptación a la categoría es un hecho. El equipo confirmó la buena imagen ante el Barça para sumar tres puntos que valen su peso en oro y que llegaron cargados de otro importante aspecto, por vez primera el portal de Fernando quedó a cero.

La cita arrancó con el conjunto de Mariano Angoy, exmeta del Barça en la época de Cruyff, dominando la situación. Intentó abrir el campo el 'once' escapulado, tocando desde atrás y buscando la velocidad o superioridad en las bandas. Jiei, tras jugar con Germán, puso a prueba a Fernando con un tiro abajo que desvió el meta (10'). Romero sorprendió ubicando a Juan Carlos y un renacido Tóful en la zona ancha mientras Izan y Marcel caían a banda. El Menorca presionó la salida de balón del cuadro graciense recuperando balones para intentar llegar a los dominios de Enric que tuvo que emplearse en un remate de Marcos. Paulatinamente, la presión local se intensificó, el Europa no tuvo recursos para escapar y los mahoneses comenzaron a obtener beneficios con robos y llegadas sobre el área.


Aviso

Un centro de Luis lo cabeceó Izan fuera por poco. El Menorca se entonaba a la par que Angoy se desesperaba ante los errores de los suyos, forzados por los locales que siempre iban un paso por delante y ganaban todas las segundas jugadas. El Europa no lograba verle el rostro a Fernando y solo gozó de un buen envío de Rubèn que Lluís Camps cabeceó fuera. Un espejismo porque el Menorca volvió a la carga. Dani lanzó un libre directo que tras tocar Enric se fue al travesaño. Dos minutos después, Tóful se sacó un excepcional pase para Luis que, bajo la mirada de los centrales, se adentró en el área para cruzar lejos del alcance del meta ferreriense. El partido estaba donde quería el Menorca, el Europa ya no tuvo el esférico y se vio maniatado por la disposición local que a poco para el descanso tuvo otra ocasión en remate de Luis que el vuelo de Enric neutralizó.

El arranque fue un calco con los catalanes manejando el cuero pero solo donde el Menorca permitía, lejos del área. La colocación, las ayudas, el trabajo coral, fue el santo y seña de los de Romero que tras aguantar el intento de embestida del Europa, volvieron a rearmarse para buscar el segundo. Marcos gozó de un libre directo frontal que lanzó cercano al palo. Izan provocó el enésimo robo que acabó en otro centro sin rematador. Angoy movió piezas sin éxito mientras Romero metía a Ricky buscando el segundo que Enric evitó en un mano a mano con el punta (68'). El Menorca rozaba el triunfo, faltaba la puntilla que llegó tras otro balón ganado por Izan, lo puso a la carrera de Ricky que dejó atrás a su par para batir de fuerte tiro a Enric.

Hubo que sufrir, Moll salvó sobre la línea un tiro de Ferràn, pero los tres puntos ya estaban a buen recaudo. El Menorca arranca el tramo clave de liga de forma brillante.