El extremo Izan Canet intenta pasar entre la pareja de centrales catalana, Edu y Roger, que se mostraron infalibles cortando el peligro azulgrana - Gemma Andreu

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Al Menorca se le hizo todavía un poco más de noche ayer. No solo porque cualquier planteamiento del técnico azulgrana Juan Romero chocase una y otra vez contra la gigante pareja de centrales del Jabac i Terrassa, sino porque un error de concentración de la defensa en un córner propició que el más bajito del campo, el visitante Aitor, marcara de cabeza libre de marca en el segundo palo y propiciara la décima derrota mahonesa del curso. Un tropiezo que, ligado a terceros resultados como la victoria del Roda hunde todavía más a los menorquinistas en el pozo de la clasificación dejando ahora los puestos por la permanencia a ocho puntos.

Desde el primer momento, ni el Menorca hizo méritos para perder ni el Jabac para ganar. Al menos no con claridad. Es cierto que los catalanes asumieron la batuta del juego y que movieron más y mejor el esférico. El equipo de Oliver Ballabriga aprovechó las bandas constantemente para incidir en la defensa local. El guardameta menorquinista Fernando capeó el temporal con buenas intervenciones, primero a chut de Iván y luego tras un buen zapatazo de Aitor a pase de Cesc.

El paso de los minutos en el primer tiempo evidenció que el Menorca no encontraba una referencia clara en ataque. Luis corría de un lado a otro y Marcos se escoraba demasiado en banda. Además, los azulgrana percutían una y otra vez con su juego en la sólida pareja de centrales que por instantes parecía que se habían equivocado de categoría. Una jugada personal de Cesc, en el minuto 21, que incluyó varias bicicletas en el área y una vaselina que se fue fuera por poco pudo significar el gol de la tarde y posiblemente de la temporada pero la fortuna, al menos entonces, se puso del lado local y el balón se perdió por la línea de fondo.

No le gustaba lo que veía a Juan Romero que optó por hacer un movimiento drástico en su esquema. Dejó en el vestuario a Luis Martínez, Marcel y Santi y dio entrada a Ricky, Samuel y Juan Martínez. El entrenador apostaba por la potencia y la velocidad del extremo y del punta y daba los galones en el centro del campo al jugador cedido por el Málaga. Surtió mínimamente.

No tuvo tiempo el equipo de asimilar el nuevo sistema con la realidad del empate a cero inicial ya que un error de marca en un córner permitió a Aitor quedarse solo en el segundo palo y rematar a placer para hacer el 0-1.

Jarro de agua fría para los jugadores, que hasta ese momento habían sido incapaces de hacer ni una ocasión clara de gol, y para el público -en especial un grupo de madres de jugadores-, que no dejó de animar en los 90 minutos.

El Menorca despertó de su letargo en el minuto 78 cuando una falta la peinó el central Moll y Juan Carlos no llegó por poco a rematar con todo a su favor. La idea de Romero no cuajaba ya que no le llegaban balones a Ricky y el juego local se volcaba en la izquierda. Los mahoneses descubrieron tarde el punto flojo del Jabac. La seguridad que emanaban los dos centrales en el juego aéreo se diluía cuando el esférico invadía los dominios el portero al que se le escapó varias veces el balón. En una de ellas el rechace le cayó a Ricky que soltó un buen derechazo pero Marc deshizo el entuerto con una palomita.

Los jugadores locales dieron un paso al frente, Romero ordenó una defensa de tres mandando a Biel a la delantera y achucharon a un rival que cerró filas y se limitó a salir al contragolpe. Fernando salvó los muebles en un disparo a bocajarro de Aitor antes de que un balón le quedara suelto a Biel sin que supiera aprovecharlo. El Menorca está obligado a reaccionar el próximo domingo ante el Badalona.