El Menorca recibió otro duro golpe. En la imagen, Tòfol se duele tras una entrada de Esteve - Javier Coll

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El Menorca volvió a redactar otro encuentro ya presenciado a lo largo de esta temporada, plagado de escenas vistas, como si viviera atrapado en el tiempo, como Bill Murray. Todo es repetitivo, error grave defensivo, falta de acierto en ataque, buen juego y un idéntico final, derrota. Sangrante la de ayer pues mete al equipo en una más que delicada posición en el inicio de la segunda vuelta. Y al grupo, dentro de sus limitaciones, no se le puede reprochar nada -quizás algo de mala leche- pelea y ofrece buena imagen, como la segunda mitad de ayer, pero no tiene pegada, gol, y por ahí se le escapa la vida. Con la de ayer, son cuatro jornadas consecutivas sin ver portería rival.

El Badalona se llevó el triunfo sin apenas despeinarse. Cierto que mostró empaque de buen equipo, con físico, juego y calidad, pero se lo pusieron fácil en el arranque y en la única aproximación en la segunda mitad, cerró el encuentro y quizás el periplo de Juan Romero al frente del equipo. Es el camino más corto para buscar un revulsivo aunque quizás no sea la solución adecuada. Los males, principalmente, son en ataque, falta un goleador que culmine el último pase. Los otros errores son corregibles con el trabajo diario.

La cita arrancó con el Menorca presionando a un rival que pronto se hizo con el control del balón y tuvo el santo de cara en una acción sin peligro. Fernando pidió el cuero que le llegaba franco pero Biel despejó, mal, el cuero le cayó a Patrick que superó al meta con una sutil vaselina (13'). Otra vez contracorriente. El conjunto de Romero jugó sus bazas y pese a que corrió mucho tras el balón -el Badalona lo movió con calidad- solo a poco para el descanso inquietó al rival. Un toque de Marcos para la entrada de Izan le habilitó en el mano a mano con Aguilar, pero el portero neutralizó el intento de vaselina (39'). El propio Marcos se precipitó en un tiro en el interior del área cuando pudo controlar.

La segunda parte fue otra historia. El Menorca dio un paso al frente y la entrada de Ricky y Luis dio más vivacidad al ataque. Los azulgranas se hicieron con el partido y por las bandas tuvieron llegadas. La mala elección en la decisión final -pase- fue clave para que la igualada no llegara. Varios balones se pasearon cerca de la línea de gol sin encontrar quien empujara, o los futbolistas se precipitaron a la hora de rematar cuando era conveniente jugarla atrás. Ricky, principalmente, e Izan probaron fortuna, sin acierto. El Badalona no fue el de la primera mitad, pero en un saque de banda errado por el auxiliar, llegó el 0-2 con un tiro de Eros que Fernando no atajó y que remató Juba. Luego, defensa de tres local, balones aéreos, otro tiro de Ricky y nueva derrota.