Imagen de lucha y entrega del jugador del Menorca Izan Canet, ante el Jabac en Maó. La predisposición que pongan los menorquines este mediodía puede ser determinante para sacar algo | Gemma Andreu

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Con la moral intacta y las ilusiones renovadas tras el decepcionante empate en casa ante el Sant Andreu, un CD Menorca de Joan Romero que cree más que nunca en las posibilidades de su equipo de cara a la salvación juega este mediodía en el feudo del Nàstic de Tarragona, un conjunto que está virtualmente salvado con 27 puntos y que, por contra, tiene ya muy complicado acceder a una de las dos plazas de Copa del Rey.

Precisamente, el hecho de que el equipo catalán no se juegue prácticamente nada ya -con un par de triunfos más estará matemáticamente salvado-, lleva a Romero a ser optimista: «Está en la zona templada de la clasificación y en teoría no jugará con la presión nuestra y la ansiedad de vencer. Por ello, creo que podemos tener más ganas y motivación que ellos, por las necesidades, de ganar», piensa. Romero, no obstante, no se fía del rival catalán.

Según el 'míster', «es un equipo que realiza un fútbol muy práctico y bien situado. Buscan de manera clara y rápida a su hombre punta, practicando un fútbol muy directo. Y a parte, su juego de estrategia, a partir de la corpulencia y físico de sus jugadores, es otra de las bazas importantes», analiza Romero, que para hoy tiene las ausencias de Biel Moll y el meta Llompart, sustituido por el del B, Borino.

Para el preparador la clase para volver con botín de Tarragona pasará por «defender teniendo en cuenta sus peligros con el punta y en la estrategia, estando muy concentrados siempre. Y, sobre todo también, estar muy acertados de cara a meta, lo que nos está faltando en muchas jornadas», piensa un Romero que sigue creyendo en la salvación: «Damos la cara siempre, incluso dominando, y un día la tortilla se girará a favor nuestro», acaba.