Momento en el que se detiene el partido de Liga Nacional entre el Ferre y Servererense, ayer en Sant Bartomeu | Kika Triay

TW
0

El fútbol balear inició ayer su batería de protestas contra la Ley de Emprendedores que pretende implantar el Gobierno español, y que apunta a poner en riesgo la viabilidad de los clubes de perfil más modesto.

Tal y como acordó la comisión delegada de la Federació Balear el pasado jueves en Palma, los partidos disputados ayer en el ámbito autonómico se detuvieron en dos tramos de sesenta segundos al poco de empezar cada uno de los dos periodos, coyuntura que dispondrá continuidad en la jornada de hoy y que alcanzará, de no mediar un viraje inesperado en la semana que deviene, su momento álgido dentro de seis días, con la no celebración de la jornada en ninguna de las ligas cobijadas por la FFIB –a excepción de las competiciones interislas–.

Sin embargo, no en todos los campos se cumplió el mandato con rigor, tal y como pudieron comprobar los dos exponentes menorquines integrados en Tercera División, Mercadal y Penya Ciutadella. El equipo de Lluís Vidal, en el empate cosechado en feudo del San Rafael, únicamente paró en la segunda mitad. Supuestamente, el colegiado, Mulet Pacis, olvidó detener el encuentro a los cinco minutos de juego del primer tiempo, si bien fue advertido en el descanso, tras el que sí cumplió con la protesta.

El caso inverso se dio en Son Marçal, donde el Penya Ciutadella y el Atlético Rafal solo se detuvieron en el primer tiempo, y no a los cinco minutos del segundo.

Donde sí se cumplió escrupulosamente la doble detención fue en el duelo que enfrentó en Sant Bartomeu a Ferreries y Serverense, correspondiente a la Liga Nacional Juvenil, así como en la mayoría de partidos de categorías de formación.