Fue el conjunto ciutadellenc que entrena Dani Mori quien llevó el peso del encuentro en el Municipal de Son Marçal. | Josep Bagur Gomila

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Penya Ciutadella 1 - Ferriolense 1

Una lástima. El Penya Ciutadella que entrena Dani Mori desperdició ayer en Son Marçal una brillante ocasión para dar un carpetazo a la liga y dejar sellada, al menos de manera virtual, la salvación un año más en la Tercera División. El conjunto que entrena el astuariano vio como a los 83 minutos el visitante Pacheco, de falta directa, dejaba helado el Municipal el lograr la igualada final 1-1. Un tanto que llegaría tras una acción que no gustó en absoluto a la banqueta local, que veía como el colegiado mandaba sacar al Ferriolense con Miquel en el suelo. Luego llegaría la diana. Todo ello en un encuentro marcado por las numerosas bajas con las que afrontaba el Penya el envite, entre sanciones y lesiones. Quien sí regresaba era Fullana, en lugar de Raül Capó.

El partido empezaría con un primer aviso de Mariano, rozando el palo derecho del meta local Pepe. Los de Mori comenzaban a llevar el peso del partido y a triangular, aunque sin demasiada profundidad ante Franco. No obstante, sería Pacheco quien a los 23 minutos enviaría un balón al larguero de falta directa. Cinco minutos después, Álex probaba a Pepe de lejos también.

Aquí pudo cambiar todo. Lanza Miquel y manos dentro del área de Ramos. Zurbano lanza la pena máxima –muy centrada–, y Franco la detiene cómodamente. Antes del descanso, una sola oportunidad local más, cuando Pau Rioja, de falta, enviaba el esférico muy cerca del palo derecho.

Con el empate 0-0 inicial acabaría la primera parte y comenzaría la segunda, sin cambio en ninguno de los dos equipos. El partido llevaba el rumbo de los primeros 45 minutos, con mucho derroche físico, el Penya controlando la situación y un rival casi inédito y de más a menos. Los de Mori presionaban, esperando para correr a la contra. Y a los 53 minutos, Llonga centraba un pase de la muerte por banda izquierda a Zurbano que, dentro del área pequeña, no perdonaba el 1-0 y se rehacía del penalti fallado.

Pintaban bien las cosas en Son Marçal, gol que obligaba al míster visitante a mover ficha y sacar pólvora arriba con Bueno y Camilo. En un choque intenso, a los 69' Fullana perdonaba a boca jarro el 2-0 tras un mal despeje de Franco. Con un Ferriolense venido a menos, Mori sentaba a Zurbano y Pau –por Manolo y Peña–, pero llegaba el jarro de agua fría de Pacheco con el 1-1. De aquí al final, querer y no poder de un Penya superior pero que lo intentó al final con más corazón que cabeza. Un punto más pero más problemas para Mori, que pierde a cinco jugadores por tarjetas para Montuïri.