Imagen del partido del domingo en Son Marçal en el que ambos equipos actuaron con suma deportividad | Kika Triay

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El Municipal de Son Marçal, hogar del Penya Ciutadella, podría enfrentarse a un posible apercibimiento del cierre del estadio y a una sanción económica por los tristes hechos ocurridos el pasado domingo en el recinto ciutadellenc durante el derbi menorquín de la Liga Nacional juvenil que enfrentó a los locales ante el CE Ferreries. Así lo confirmó ayer por la tarde a «Es Diari» el secretario de la Federació Balear de Fútbol (FFIB), Manuel Bosch: «En principio, y a expensas claro de lo que se dictamine, el club podría estar expuesto a una sanción económica y a un apercibimiento de cierre del campo, por incidencias en el público», señalaba.

Estas palabras las confirmó el federativo, horas antes de que el Comité de Competición se reuniese anoche para valorar los hechos acaecidos, ya con las alegaciones del Penya en mano. Una entente que se celebraba, como cada semana, mientras se cerraba nuestra edición de hoy. Y un Bosch que recordaba un antecedente similar, aunque en Mallorca. «Fue hace unos 15 años en el feudo de La Salle Palma; se lanzó una bengala y con la poca fortuna que fue a parar a la cabeza del presidente del club local. A La Salle se le puso una sanción económica y un aviso de cierre del campo», recuerda el secretario, que señala que «nunca se cierra un campo sin un aviso previo». Eso sí, en este caso, el Penya «tiene la obligación de que no entren bengalas en su recinto. Pero se suele tener en cuenta si la bengala se lanza o no; o si lastima a nadie o no y cambio claro la gravedad».


Quitan hierro a los hechos

Unanimidad entre los dos clubes implicados, Penya Ciutadella y CE Ferreries, al valorar y aclarar los incidentes ocurridos durante el mencionado partido, contrariados por lo que reflejó el colegiado al finalizar el mismo, sobre todo en el seno de la entidad local, disgustada por verse en este entramado.


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