os jugadores del FC Barcelona saludan a la afición por las calles de Barcelona, durante la celebración del título de Liga de Campeones | Alberto Est/ EFE

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Sin saber todavía quién será su presidente, su entrenador, su director técnico y quizá su lateral derecho titular. Así afronta el Barcelona del triplete la próxima temporada, en la que aspira a repetir el pleno de seis títulos logrado en la era Pep Guardiola.

Ese Barça que el sábado sumó en el Estadio Olímpico de Berlín su quinta Copa de Europa y se convirtió en el primer club que repite el trébol de grandes títulos en la historia del fútbol mundial, tiene ahora mismo un futuro lleno de incógnitas.

Increíble pero cierto. Tan cierto y paradójico como que haya sido capaz de igualar la mejor campaña de su historia después de que dimitiese su presidente, Sandro Rosell, y fuera despedido su máximo responsable deportivo, Andoni Zubizarreta, con el curso ya empezado.

Pero claro, ya se sabe que cuando se tiene una delantera formada por Luis Suárez, Neymar y Messi, sobre todo Messi, cualquier cosa es posible. Entre los tres, 122 goles esta temporada. Y con cifras así, no hay planificación, ni estructura que valga.

Tras celebrar este domingo por la tarde el triplete con una rúa que recorrió Barcelona antes de acabar en el Camp Nou, toca empezar a hacer los deberes. La junta que preside Josep Maria Bartomeu dimitirá esta semana y convocará elecciones.

Habrá que ver si a Bartomeu y a Agustí Benedito les acompaña también Joan Laporta o si finalmente se postula como presidenciable otro miembro de la junta actual, Toni Freixa, o salta al ruedo algún otro precandidato.

En cualquier caso, quien gane las elecciones deberá elegir un director deportivo que construya el Barça del futuro y prolongue el ciclo victorioso. Tras el adiós de Zubi, Barto fichó a Carles Rexach y Ariedo Braida para ocupar el cargo de forma interina.

El próximo presidente deberá contratar un director deportivo para varios años y que sea del agrado de Luis Enrique Martínez si éste al final sigue. El sábado, tras derrotar a la Juve en el Estadio Olímpico de Berlín y tocar por tercera vez la gloria esta temporada, el entrenador del conjunto azulgrana dejó su futuro en el aire.