Gómez y Moll (a la derecha), importadores del juego en la Isla

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El Bubble Soccer llega a Menorca. Gestado por un programa de televisión de Noruega en 2011, esta actividad, un sucedáneo del fútbol, combina las trazas más clásicas del 'deporte rey' y elevadas dosis de diversión. El juego, que se enmarca en un campo de fútbol convencional, atavía a cada jugador con una burbuja de aire, con la que le está permitido derribar a cualquier rival –como un émulo de la práctica en los autos de choque.

Los golpes y revolcones se suceden en un juego que prescinde de la mayoría de reglas balompédicas, si bien el riesgo de lesión, dada la protección que porta cada exponente, es inexistente. No se penalizan las faltas y el único objetivo es evitar la caída forzada por los rivales, si bien la participación reclama respeto y deportividad.

El Bubble Soccer, sinónimo de diversión y usado también como un método para liberar tensiones y estrés, ha disfrutado de una veloz ascensión alrededor de Europa desde que fuera implantado en el país de los fiordos, granjeándose numerosos adeptos en toda España durante los últimos meses –si bien todavía no es un deporte federado. Quiénes han tenido la oportunidad de practicarlo, definen el grado de intensidad que exige de «superior» a la del fútbol al uso.

Su llegada a la Isla, ocurrida hace solo una semana, se produce de la mano de Deportes Burbuja Menorca (que cuenta su propio sitio web). Sin embargo, la importación promovida por esta firma de nueva creación no se reduce al derivado del balompié, en tanto que su iniciativa arroja otras propuestas como bolos, rugby, el último en pie, saltar la burbuja...todos ellos con el denominador común de que se realizan bajo el manto protector de la burbuja de aire.

En la Isla son ya varios los residentes que han experimentado tanto el Bubble Soccer como otras actividades, modalidades en auge en toda España.