El retornado Villacarlos de Bahamonde, producto de un diseño y apuesta por la continuidad | Gemma Andreu

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El último escalón en la formación del futbolista insular, en el marco del entramado de categorías por edad, abre la puerta este fin de semana a la atractiva competición de la Liga Nacional Juvenil. La Isla ha consagrado su presencia anual en este estrato a través de diferentes clubes. Algunos consolidados, otros con la etiqueta de equipo 'ascensor' y unos terceros con una presencia puntual, aunque igualmente enriquecedora.

La experiencia de las últimas temporadas invitada a actuar con cautela a la hora de manifestar públicamente intenciones y objetivos. Una categoría que abarca una franja de tres años genera altibajos con facilidad y la punta de excelencia cuesta mantenerla en una realidad demográfica como la menorquina.

La permanencia, pues, es el objetivo primero fijado en la hoja de ruta de los tres clubes representantes de la Isla este curso. Luego la competición determinará realidades y rumbos definitivos.


Primera jornada

Arriban los tres equipos menorquines apurados por los tiempos marcados por una pretemporada corta y afectada por los compromisos, especialmente laborales, de algunos jugadores aún no integrados en las respectivas dinámicas, ni físicas ni técnicas.

El Menorca de Pedro Vinent alza el telón hoy, a partir de las 16.30, en el campo de PE Sant Jordi de Eivissa. El técnico deberá innovar en los laterales por las bajas de Vico, Toni Pastor, Antonio y Jon.

El Ferreries debuta también a domicilio. En el campo de césped natural del Poblense. El domingo, a las 12 horas. Igual de compleja es la situación para el grupo de Pere Genestar. Salpicado de jugadores de primer año y cadetes de nivel en dinámica juvenil. Son baja Damià, David Janer y Josep Capó.

El Villacarlos recibe en casa al Portmany. El domingo, a las 16.30. Un rival de perfil alto, con jugadores de tercer año que marca diferencias. Bajas sensibles en la plantilla de Bahamonde en las figuras de Busutil y Raúl Pons.