Las cinco niñas que integran el equipo femenino de iniciación al fútbol del Sporting posan en la pista del ‘Poli’, su cancha de juego | David Arquimbau

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La querencia del Sporting de Mahón por el fútbol femenino es firme y sólida. Así se desprende del último movimiento llevado a término por el club que preside Fernando Osuna, único representante menorquín en la Liga Autonómica de chicas, que con la intención (si bien no solo por ello) a largo plazo de asegurar el relevo ha puesto en liza un equipo comprendido exclusivamente por niñas de entre 4 y 6 años, un hecho tan insólito en el escenario insular como revelador acerca de la singular apuesta sportinguista por la formación y la vertiente femenina del fútbol.

El proyecto, casi en ciernes, cobró forma hace menos de quince días, en respuesta a una iniciativa planteada en los estertores de la campaña anterior por la jugadora y técnica del club, Irene Olives, en cuya figura se sostiene la responsabilidad del mismo (junto a la también jugadora del club, Zaira Martínez). «Hice una jornada de puertas abiertas, en que cada niño debía venir acompañado de una niña y a cambio, les regalábamos una camiseta. Y vino mucha gente, muchas niñas, las madres quedaron muy contentas, pues suelen ser reacias a apuntar a las hijas a fútbol y se llevaron una buena impresión. De ahí captamos tres niñas, otra que ha traido una amiguita... y ya somos cinco. Parece poco, pero es complicado en Menorca, hablamos de niñas de menos de seis años», expone Olives, que no descarta la opción de incluir algún niño para «reforzar el grupo».

«Reforzar en cuanto a cantidad, pues la calidad nos da igual a estas edades», especifica la jugadora y entrenadora, «sorprendida» en cualquier caso con la implicación de las niñas en una sesiones de entrenamiento en que prevalece el aspecto «lúdico y educativo». «Que se lo pasen 'pipa', adquieran coordinación... ese es nuestro objetivo de momento. Veremos hasta donde llegamos», abunda Olives, que además contempla, «si las niñas aguantan, participar en el torneo de Sant Lluís, aunque ya veremos si quieren jugar cuando tengan que salir delante de los padres».

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