El equipo albinegro celebra la victoria | Gemma Andreu

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Un espectacular gol de Gerard encumbró al Alaior que destronó al Sporting de Mahón (2-1) en una final táctica y muy fea en su primera parte que se abrió tras el descanso con el primer gol. El miedo a errar encorsetó a los dos equipos en el primer tiempo, más preocupados en no conceder resquicios al contrario que intentar jugar el balón. Y al final, ese miedo a fallar pasó factura a un Sporting cuya solvencia defensiva ayer no fue la exhibida hasta ahora ni tampoco ese fútbol combinativo del que ha hecho gala. El Alaior fue fiel a su identidad, esgrimió intensidad, fuerza y anticipación y con el marcador de cara se manejó mejor sobre el terreno. Al final, los detalles o los errores no forzados, como apuntaban los técnicos en la previa, decidieron un partido muy deportivo y que dio el primer título al Alaior.

El respeto, el orden defensivo, las precauciones, triunfaron en los primeros 45 minutos. Ambos onces dispusieron dibujos similares, con una referencia arriba –Gabi y Santi– y la llegada de efectivos desde la segunda línea intentando conectar con ellos. Imperó la responsabilidad de jugar una final, nadie se volvió loco y el partido fue muy espeso. El Sporting no propuso salir jugando desde atrás, buscó los envíos a la espalda de los laterales mientras el Alaior redujo el campo al adelantar su línea defensiva. La batalla se libró en la medular, en un espacio reducido y el peligro apenas existió. Solo un tiro de Santi que atrapó Josep abajo y un cabezazo de Pau fuera tras centro de Alex.


Giro

Tras el descanso, el inicio fue otro, el esfuerzo pasaba factura y afloraron los espacios. Pero fue desde la estrategia –son dos de los mejores en este aspecto– cuando se abrió la cita. En una falta lateral, Jandro remató en segunda instancia tras no sacar el balón la defensa. La réplica del Sporting, también en una falta que tocó Capó –al que siempre buscaron– para que Óscar batiera a Josep. Los azulados se crecieron, el Alaior se hizo querer y en una contra, Gabi se quitó de encima a Óscar y jugó para la llegada de Gerard que hizo lo mejor de la final. El Sporting, con todo su arsenal y Capó arriba no encontró el camino, la zaga alaiorense mantuvo el tipo y cerró el título. Campeones.