Alex frena a un jugador del Génova | Javier Coll

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Después de eliminar del camino al Génova con una enorme superioridad, el Alaior se encuentra a dos partidos de recuperar su hábitat natural en el panorama futbolístico balear. Esa Tercera División por la que también suspira el Son Cladera, el último adversario al que debe apear el colectivo de Los Pinos en su camino de vuelta tras cuatro años en la Regional. El cuadro mallorquín, un año después de perder la categoría recién estrenada en el curso 2014-15, también se halla en disposición de pelear por recuperarla. Es la eliminatoria del retorno.

En Son Fuster (12 horas, Saiz Villares) el Alaior quiere dar el primer paso y poner de cara este enfrentamiento ante un rival que accedió a la última ronda por la puerta grande tras golear a domicilio al Serverense (1-5) después del empate en su feudo. Con relativo optimismo pero con los pies en el suelo, Julián Calzada razona que «estamos a dos partidos, a 180 minutos de conseguir algo que este club se merece». Para el madrileño, el Son Cladera es «un rival que tiene una base sólida, la plantilla en setenta ú ochenta por ciento es la misma que ascendió y jugó en Tercera».

Vislumbra una eliminatoria «complicada, ellos son un equipo bien trabajado, aguerrido y que sabe a lo que juega. No podemos perder la cabeza, hay que tener sangre fría sobretodo. Hay detalles que pueden decidir, no saber al nivel físico que llegas tras haber comenzado en agosto, es la incógnita». En el primer cruce, ante el Génova, el técnico albinegro pedía que la eliminatoria no se acabase en la ida, mensaje que reitera «queremos llegar al segundo partido con opciones, es importante marcar a domicilio, pero la intención es alargar la eliminatoria a ciento ochenta minutos, no solo a estos noventa de hoy» señala.