Sergi Enrich, en un partido contra el Atlético | Juan Herrero/EFE

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Sergi Enrich, en una amplia entrevista que publica el diario Marca, revisa lo que de cabo a rabo ha sido una temporada histórica para su equipo, el Eibar, así como su mejor año desde que es futbolista de Primera División, nivel en el que se ha consolidado como un notable valor nacional (es el único jugador que ha jugado todos los partidos de Primera en los últimos dos años).

Asimismo, el futbolista de Ciutadella hace alusión, con una sinceridad y profundidad inédita hasta ahora, al polémico vídeo viral en el que aparece junto a su amigo y ya excompañero, Antonio Luna, practicando sexo con una mujer.

«Pasé un momento muy complicado. Tengo que estar muy agradecido a club, compañeros y afición de cómo se comportaron conmigo. Fue un momento duro, pero al final salimos adelante», relata Enrich al ser cuestionado por el asunto y a como lo afrontó y superó. El goleador del Eibar reconoce que «de las cosas malas siempre se aprende, son experiencias que te van quedando y sólo toca aprender de los errores cometidos», pero «la vida sigue; fue duro, pero soy fuerte y hay que tirar hacia adelante. El apoyo que he tenido ha sido fundamental. A veces no te das cuenta de que eres una persona pública, y que todo lo que sucede se magnifica», abunda el menorquín que, al margen, admite que salir a jugar después de todo aquello fue un paso nada traumático.

«Tenía ganas de volver a jugar, una equivocación la tiene cualquiera y en el Eibar me valoran por lo que hago sobre el campo y en ese sentido estaba tranquilo, siempre he dado todo por el Eibar», explica Enrich, que al ser cuestionado por si está arrepentido, indica que «arrepentido no es la palabra; se han dicho muchas mentiras de las que ya habrá tiempo para aclararlas. Estoy tranquilo. No tengo que pedir perdón, porque insisto que se han dicho muchas mentiras».

En lo que respecta a la brillante temporada realizada, Enrich, y preguntado por como se logra disputar los 76 partidos de las últimas dos temporadas, subraya que «la base es la preparación, estar bien físicamente y cuidarte mucho. También no tener ningún tipo de lesiones, pero hay que hacer algo más para lograrlo, y yo lo hago, me cuido mucho en todos los sentidos».

Al margen, sobre el actual momento del Eibar, en el mejor momento de su historia, Enrich valora que «años atrás poca gente quería venir aquí y jugar en Ipurua, pero ahora ven que el club es modélico, familiar, con un proyecto serio. Todo ha cambiado y son muchos los jugadores que quieren estar aquí. Me preguntan qué pueden hacer para fichar y qué tiene de especial este club».

Lo de ser el mejor goleador en la historia del club en la máxima categoría, Enrich lo entiende como una consecuencia «a que hago bien mi trabajo y que el equipo funciona, hemos dejado el listón muy alto».

En un plano más personal, el futbolista iniciado en la factoría del Penya Ciutadella admite que en el Mallorca, donde aterrizó siendo cadete, «no confiaron en mí». «He tenido que luchar mucho para lograr ese sueño que tuve desde siempre, que era ser jugador de Primera», concede Enrich, igualmente en alusión a algún entrenador «que no confió en mí ni en mis posibilidades». Con todo, en su estancia en Palma admite que le impresionó Aritz Aduriz, «siempre me ha parecido un delantero impresionante, me fijaba mucho en él y en todo momento me daba los consejos que un chaval necesita. Siempre le estaré agradecido por todo lo que me enseñó y por todo lo que me dijo. Todavía lo recuerdo», evoca Enrich, admirador también de Messi, y cuyo mejor momento el pasado curso lo ubica en «el pasado mes de febrero, cuando nos veíamos capaces de todo», y por contra, su peor recuerdo lo sitúa en «la derrota ante el Athletic, injusta y en el último minuto, y que nos dejó sin opción de jugar en Europa», termina Sergi Enrich, el mejor futbolista menorquín de los últimos cincuenta años.