El Eibar tuvo el empate en las botas de Kike García, que marró dos clarísimas oportunidades de gol ante Kepa. La imagen recoge una de ellas, en lo que terminó por condenar al conjunto armero a la derrota, primera del curso. | Juan Herrero

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el Athletic se llevó el derbi de Ipurua gracias a un solitario gol de cabeza de Aritz Aduriz en la primera parte de un partido que los armeros pudieron haber igualado si Kike García hubiera estado más acertado de cara a portería en dos claras ocasiones en la segunda mitad. Con un ambiente extraordinario, Ipurua recibía a los suyos con la alegría de haber ganado en el estreno liguero en Málaga, aunque no pudo brindar a su afición el segundo triunfo de la temporada en su estreno en casa, y en el que el ciutadellenc Sergi Enrich volvió a ser suplente, apareciendo en el minuto 62, aunque no marcó.

La primera parte empezó con un Eibar presionando muy arriba e intentando ahogar la salida de balón de un Athletic que parecía notar los minutos de competición acumulados en sus piernas para estas alturas de la temporada. En cualquier caso, los esfuerzos y las ganas de los armeros no se traducían en jugadas de profundidad.

Lo más destacado de estos primeros minutos fueron sendos disparos de Capa e Inui, que pese a llevar peligro no terminaron en gol. Poco a poco, el Athletic fue llevando el choque a un terreno más tranquilo, tocando en la zona defensiva y medio campo, pero sin inquietar la portería de Dmitrovic. Tanto sesteó el partido que, en el minuto 38, sólo Williams siguió a por lo que parecía un balón perdido. Tras controlar solo junto al banderín de córner, el extremo centró al corazón del área, donde esperaba su mejor socio para este tipo de lides, un Aduriz que remató a bocajarro con la cabeza, anotando el único gol de la tarde.

En la segunda mitad, Mendilibar puso toda la carne en el asador dando entrada a Enrich y jugando así con tres delanteros, pero no dio sus frutos. Ziganda, por su parte, sacó a Muniain, y el Athletic empezó a dar más sensación de peligro, aunque sin llegar a inquietar demasiado a Dmitrovic.

El Eibar tuvo el empate en las botas de Kike García, que ya sea por demérito del armero o por acierto de Kepa, marró dos clarísimos mano a mano que el portero despejó de forma extraordinaria.

De ahí al final, el Athletic manejó el tempo del partido, llevándolo a su terreno, y no le interesaba que el balón rodase demasiado. Jordán vio la segunda amarilla en el descuento, en una jugada de desesperación de un Eibar que no tuvo su día de cara a gol. El Athletic, por su parte, escala posiciones en la tabla y, pese a una dura semana, tiró de oficio para llevarse los tres puntos (0-1).