Guillem Martí regatea entre dos jugadores del Esporles el sábado pasado. | MIQUEL A. BORRAS

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El ciclo de la vida, el ciclo de la historia, el ciclo deportivo. Todos se repiten, en intervalos de tiempo distintos, incontrolables y no siempre para bien. El Mercadal se halla inmerso en el tramo inicial del calendario -once partidos- en una suerte de bucle que le retrotrae al debut del primer equipo de Sant Martí en la Tercera División en la temporada 2008/09. Con cuatro puntos en once jornadas, la plantilla dirigida por Julián Calzada iguala el arranque que en su día protagonizó el equipo entrenado por aquel entonces por el asturiano Elías Noval, en la primera incursión mercadalenca en el escenario balompédico balear de la era moderna. En pocas palabras, el Mercadal repite el peor inicio de competición nueve años después.

El novato Mercadal del curso 2008/09 encadenó ocho derrotas hasta que en la jornada 9 amarró un empate como local ante el Ferriolense (1-1, Bernat Pons) y a continuación cosechó el primer triunfo, a domicilio, frente al Arenal (0-2, Lucan y Salazar), para seguidamente tropezar en Sant Martí con el Binissalem (1-5). En la temporada actual, décima consecutiva en la categoría, el Mercadal sumaba el primer triunfo en la jornada 3 a costa del Santanyí (1-0, Raúl Marqués); sin embargo, el equipo no fue capaz de puntuar hasta siete jornadas después, en un empate que mereció ser victoria ante el Constància (2-2, Elliot y Huéscar). El sábado, la derrota llamó de nuevo a la puerta del Mercadal, en Esporles (1-0) y sobre el tiempo reglamentario.

La equiparación numérica de ambos y distantes proyectos -solo repite el repescado Emi Rodríguez- es prácticamente idéntica en goles a favor (7 y 8) y tantos encajados (25 y 22). En aquella histórica primera temporada, el Mercadal alcanzó el ecuador del calendario con apenas 12 puntos; sin embargo, en la segunda vuelta el equipo creció hasta los 37 puntos y la decimosexta posición que en condiciones normales hubiera significado la permanencia (a 9 puntos del antepenúltimo), pero un doble descenso balear de Segunda B le abocó temporalmente de nuevo a la Regional, hasta que una renuncia le devolvió a la categoría que ostenta hasta la fecha.

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