El Mercadal ha logrado alterar una dinámica derrotista, con dos victorias consecutivas y la eclosión de jugadores como Rubén Carreras -en la imagen- o Guillem Martí. | Gemma Andreu

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El Mercadal ha dado un giro al devenir de los acontecimientos y en apenas dos semanas ha dinamitado una tendencia de resultados que parecía condenar al grupo preparado por Julián Calzada a una situación clasificatoria límite aún con varias jornadas por delante antes de alcanzar el ecuador del calendario. La victoria en Sant Martí frente al Collerense (2-1) y, especialmente, el golpe de efecto que ha supuesto tumbar el sábado al Poblense a domicilio (0-1) -en ambos casos en plena agonía del tiempo reglamentario- ha rehabilitado al conjunto rojiblanco para la competición.

«La palabra es alegría... y ya nos tocaba», Rubén Carreras expresa el sentir de un vestuario necesitado del entusiasmo inherente al triunfo deportivo. El delantero de Alaior relata prácticamente de memoria la lista de partidos que se les habían escapado hasta la fecha al equipo menorquín a última hora (Alcúdia, Platges, Esporles, Felanitx...), «no era justo que todos los partidos que se decidían al final siempre fuesen en contra de nuestros intereses», para reconocer acto seguido que «nos hacía falta ganar algún partido así».

La estadística también habla en positivo del cambio de inclinación de resultados. El Mercadal ha sumado en las últimas dos jornadas más puntos (6) que en las trece precedentes (4).

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