El Sami no perdió el paso en Es Migjorn. | Josep Bagur Gomila

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Nuevo viraje en la cúspide de la clasificación de la Liga Regional con la disputa de la décima jornada, primera de la segunda vuelta, y tras la que el Ferreries, que se paseó en Los Pinos sobre el Alaior al materializar la victoria a domicilio más holgada de la temporada, se impulsa de nuevo al liderato beneficiándose del empate del Sporting, ahora segundo, en feudo del Sant Lluís. A su vez, la Unión sufrió una nueva derrota a domicilio, en su visita a un Penya Ciutadella que progresivamente va recobrando sus posibilidades de optar al título.

Sexto cambio de líder en apenas diez fechas disputadas. El Ferreries, que ocupó tan distinguida posición en el primer tramo liguero, rescató la misma tras apabullar a un Alaior (0-5) cuya versión de equipo no se acercó a la del conjunto que al cobijo de Los Pinos arrancó puntos a Penya, Sami y Unión. Lluís Pons bigoléo en un partido ya decidido al intermedio (0-3) y los azulgrana (18) rebasan en un punto al Sporting (17), ahora segundo.

Al cuadro mahonés, que dominó al Sant Lluís de cabo a rabo, únicamente le faltó el gol en Ses Canaletes (0-0), con certeza, y desde una panorámica global, su principal merma en la actual temporada. Pero con las trazas de equipo sólido y compacto que exhibe en otros espacios del juego –solo ocho dianas recibidas en nueve encuentros, el mejor porcentaje defensivo de toda la Liga– le ha alcanzado hasta ahora al Sporting para sobrevivir en la cumbre o sus aledaños, por lo que la ausencia de suficiente pólvora no se intuye un aspecto que pueda desvalorizar su candidatura al título. No a estas alturas, con lo recorrido de trayecto. El Sant Lluís, por su parte, logra prolongar a tres las jornadas consecutivas que hilvana sin perder (un triunfo y un par de empates), pero paralelamente malgasta la oportunidad, de nuevo, de asomarse en las cercanías de una cima que en cualquier caso no le es inviable (12 puntos).

El que no marró su ocasión de mantenerse en plena lucha fue el Sami. En un partido con final algo convulso –Kevin, y el técnico, Tóbal Tudurí, terminaron expulsados por los vencedores– los de Ciutadella supieron resolver con la mínima renta obrada con el solitario gol del siempre fiable Pau Rioja un triunfo (0-1) que les permite recortar de tres a dos puntos su diferencial en relación al liderato (entonces sportinguista, ahora ferrerienc).

Y el partido que abrió una jornada en la que correspondió descanso al Atlètic sirvió a su vez para confirmar una doble premisa. Que la reacción del Penya Ciutadella es una realidad (10 de los últimos 12 puntos; a 6 del primer lugar) y que la Unión no emula a domicilio el nivel de fiabilidad y solvencia que muestra en condición de local –dos empates y tres derrotas en sus cinco desplazamientos. Para los de Son Marçal, que además sumaron los tres puntos (3-2) después de que su técnico, Pere Vadell, sufriera una difícil semana por motivos de salud, estos arrojan un valor intangible incluso por encima del aritmético, pues condecen al Penya una inercia impensable unas pocas semanas atrás.

La Unión, mientras, persiste de lleno en la lucha por reeditar la inapelable hegemonía insular que detenta desde mayo del año anterior, pero la cifra de puntos que ha perdido en sus salidas es suficientemente ingente como para entender que su margen de error, a partir de ahora, será exiguo en una Liga Regional que se está distinguiendo como la más equilibrada en varios lustros.

En ese sentido, la próxima jornada incluye un par de cruces que contribuirán a despejar o a aprisionar más si cabe el colapso que prevalece en la zona alta, pues el líder, Ferreries, recibe al revitalizado Penya Ciutadella, mientras que la Unión se enfrenta en su hasta ahora invulnerable feudo de San Carlos al Sant Lluís.