El técnico del Mercadal, Pere Vadell, forma junto a sus jugadores en el acto de presentación de una temporada cuyo final sigue en el aire. | Josep Bagur Gomila

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La incógnita sobre el desenlace de la temporada futbolística en clave balear, lo que afecta de modo directo al Mercadal, sigue sin despejarse. La negativa del Govern de permitir a la Federació Balear reanudar la competición en junio, mes durante el que se previó disputar los playoff exprés para resolver los ascensos en las categorías de ámbito regional y autonómico, liquidando de ese modo un curso 2019/20 de epílogo precipitado por la pandemia de la covid-19, pero sí a hacerlo más allá del 30-J (esto es, en julio), motiva un nuevo escenario de incertidumbre.

Con el propósito de desbloquear la coyuntura, dejar atrás el convulso curso 2020 y definir el cuadro de la campaña 2021, la Federació Balear autorizará a su comisión delegada a decidir que la presente temporada se prolongue hasta julio –fórmula que se aplica en las categorías profesionales de nuestro país–, periodo que daría marco a todas las eliminatorias, aún a conciencia de la dificultad implícita de que ese posible cuaje en realidad.

Pero fue ese el acuerdo que se alcanzó, por unanimidad, en la tarde del miércoles en la asamblea general de la Balear, celebrada vía telemática (con la participación de 81 integrantes, entre ellos el Mercadal), lo que además en principio permitiría la Direcció General d’Esports, en tanto que así se le hizo saber al mismo Bestard una vez se denegó la opción de jugar en junio.

Sin embargo, el problema que aflora con ese nuevo punto de partida para poder terminar la temporada 2020 es el que atañe a la disponibilidad de los jugadores, puesto que a muchos de ellos les será difícil poder conciliar el regreso a los entrenamientos y la disputa del play off con su actividad laboral, sin obviar todo lo relacionado con la seguridad sanitaria, otro hándicap, ya que la FFIB no la puede garantizar –del mismo modo que se entiende inviable que futbolistas amateurs puedan aislarse para solo entrenar y jugar durante el tiempo que comprenda la preparación y el play off.

En lo que respecta al Mercadal, la disposición de la mayoría de agentes que conforman el club, desde técnicos a jugadores, pasando por la junta directiva, es la de jugar siempre que no se presente otra alternativa, en tanto que el objetivo con el que se empezó la temporada no es otro que materializar su regreso a Tercera División tras el descenso del año anterior.

Otra cuestión es si existirá espacio real para poder hacerlo –varios integrantes de la plantilla cuentan con trabajos de temporada estival y otros sencillamente podrían no ver claro el tener que volver al césped en las actuales circunstancias, lo que aumenta el suspense y las dificultades en ese sentido; también el campeón de Eivissa, el Peña Sant Jordi, evalúa el contexto con un prisma similar.

En esa línea, desde Es Mercadal analizan e insisten como la solución más factible no jugar, dar el curso por finalizado –también por que será complicado desarrollar una mini pretemporada sin margen para concertar partidos amistosos– y que se ascienda a todos los equipos con derecho a poder jugar el playoff de ascenso, organizando para la próxima campaña una Tercera División balear fragmentada en dos grupos, lo que sin embargo por parte de la Federació está descartado.

El mensaje desde Palma es claro al respecto; ascenderán el número de equipos que estaba previsto y se propondrá por ello jugar el playoff en julio en caso de que la comisión delegada de la FFIB lo decida (lo que exigirá también la modificación del reglamento general). De lo contrario, la Federació no presentaría un nuevo calendario de fechas ante la DGE.

Así, desactivada la posibilidad de terminar la campaña en junio, el plan B urdido por la Balear, con el amparo del Govern, sugiere como solución trasladar el play off al mes de julio. Si esta tampoco prospera, la FFIB deberá argumentar los ascensos que toquen a Tercera y al resto de categorías que se organizan bajo su control.