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«Desde el pasado 1 de septiembre que iniciamos los entrenamientos hasta hoy (por ayer) llevamos ya realizados 92 entrenamientos para solo haber podido jugar cuatro partidos». Con esta categórica frase el veterano entrenador de la UE Sami de la Lliga Autonòmica femenina resumía el sentir en Ciutadella, muy parecido al que se vive en el Municipal de Ses Canaletes, en el otro representante menorquín, el CCE Sant Lluís. Azuladas y verdiblancas son los dos únicos equipos federados ya de la Isla que todavía no han regresado a su competición, que fue de golpe interrumpida el 10 de enero, ante las nuevas restricciones impuestas en las Illes Balears por la pandemia de la covid-19. El derbi jugado entre Sami y Sant Lluís fue su último encuentro y hasta la fecha, al depender de la Federació de Futbol de les Illes Balears y tener que atenerse a la situación de desescalada impuesta por la conselleria de Sanidad del Govern. DE entrada, será a primeros de mayo cuando regresen, en una situación insólita y que lamentan desde las dos puntas de la Isla.

Javi Zurbano (CCE Sant Lluís)

Si ya es un contratiempo importante pasarse desde el 10 de enero al 2 de mayo sin jugar –cuatro duros meses –, en el caso del Sant Lluís, líder de la competición, todavía se agrava, ya que tras haber salido un nuevo calendario, «nosotras empezamos el 15 de mayo porque nos tocaba descansar esa jornada», lamenta Javier Zurbano, ‘míster’ azulado. Asumiendo la situación, dice el entrenador que se dedican a entrenar, «que es lo que les gusta y quieren y a prepararnos para cuando nos toque jugar. Yo no diría que haya desánimo porque ellas vienen a entrenar y se dejan todo a diario. Se ve que les gusta pero sí es verdad que también gusta competir y lo echamos en falta», se sincera, Zurbano.

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