Bustillo en acción de gol.

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El legendario exdelantero internacional de la UD Mahón, Miguel Ángel Bustillo Lafoz (Zaragoza, 1946-Salou, 2016), será homenajeado a modo póstumo por la Associació Històrica del Futbol Menorquí (AHFM) este sábado, en el preámbulo del partido de Copa Regional que dirimirán en San Carlos el equipo unionista y el Atlètic Ciutadella.

Bustillo, formado en el Real Zaragoza, con el que jugó en Primera División, al igual que hizo con el Barcelona y el Málaga, será declarado jugador Histórico del Fútbol Menorquín por la entidad impulsada por Paco Perea durante un acto que contará con la asistencia de su viuda, María Luisa, y dos de sus hijas, además de algunos de los exjugadores con los que compartió vestuario en su ciclo en la Isla, y sobre el mismo campo en el que el mítico goleador aragonés legó tardes y actuaciones que más de medio siglo después todavía son evocadas en nuestra latitud.

No en vano, nunca antes desde que hace un decenio la AHFM fue creada, ésta rindió homenaje a un jugador de la magnitud y dimensión de Bustillo, uno de los más grandes futbolistas, sino el mejor, que jamás jugaron para un equipo local –percepción que se acentúa al haber integrado aquella Unión del 66, el considerado como el más grande equipo menorquín de todos los tiempos.

Bustillo hizo una única temporada en la Isla, la 1965-66, en la que la Unión, que había incorporado a otros exponentes de la cantera aragonesa como Planas, Blasco, Alconchel y Rodri para formar un colectivo invulnerable bajo la dirección de Martín Vences y en combinación con los Acisclo, Massanet, Juan Miguel, Lorenzo, Roselló, Robles, Sotoca... se proclamó campeón imbatido de Tercera División y jugó la fase de ascenso a Segunda contra el Jerez Industrial, siendo el propio Bustillo el máximo goleador de la liga.

Además del Pichichi, Bustillo firmó marcas de récord, como anotar cinco goles en un partido al Manacor (5-0) o endosar un hat trick al Atlético Ciutadella (ahora Atlètic) para ganarle 3-5. Su primer tanto en la Isla fue ante el Menorca en el Estadio Mahonés (1-4 para la Unión). Al terminar el curso 1966, Bustillo, que también se embolsó el título de Copa de Menorca con el bloque gualdiazul, dejó la Isla. Zaragoza –ya en Primera División–, Barça y Málaga llegaron después, no sin antes advertir una breve incursión en el Mallorca, entonces en Segunda. En el recuerdo del aficionado aún perdura aquela vil entrada del madridista Pedro de Felipe en el Bernabéu, en 1969- 70, luego de que Bustillo, de azulgrana, marcara dos goles en los primeros cinco minutos. Delantero de gran calidad, Bustillo fue internacional cinco veces con España, entre 1968 y 69, y a su retirada, en 1977, se estableció en Salou, donde emprendió una exitosa carrera en el sector turístico.

«Le encantaba Menorca»

«Él era menoquín, amaba la Isla», evoca su viuda, María Luisa, al ser pulsada por este diario sobre la figura del exjugador, que además del recuerdo como jugador se postergó como una personalidad entrañable para el habitante del Maó y la Menorca de los años 60.

«Lo cierto es que le encantaba Menorca, hemos estado viniendo de vacaciones de forma periódica y solo el hecho de tener que tomar avión frenó el que nos decidiéramos a comprar algo aquí», sigue la señora de Bustillo, que alude al cariño que «nos demostró siempre la gente de la Isla, el club y la prensa muchos años después de su retirada».

«Vino aquí con 19 años, y lo recordaba todo, los restaurantes, el puerto, la pensión en la que vivió... cuando veníamos de vacaciones íbamos al Port Mahón», abunda María Luisa, que se congratula asimismo de que más de medio siglo después de su estancia en la Isla y en la Unión, su difunto esposo sea recordado «y todavía reciba homenajes», apostilla. Miguel Ángel Bustillo, para la eternidad, un histórico del fútbol menorquín.